Evasión

El pueblo con el nombre más corto de España es también uno de los más bonitos: un puente medieval, playas y dos iglesias separadas por el río

Ea /Foto: Getty

En España hay un total de 8.132 municipios, según los datos del Instituto Nacional de Estadística) a 1 de enero de 2025. Zonas de costa, escondidas en la montaña, en lo alto de un cerro... Hay una gran variedad de rincones en nuestro país. Esto se traduce también en que hay una gran variedad de nombres peculiares, pero ninguno tan simple como es el de Ea en el País Vasco. Con razón este ha conseguido ser el pueblo con el nombre más corto de toda España.

Al norte de España (provincia de Vizcaya) con mucho encanto y tan solo 824 habitantes. Esta localidad es una joya por su riqueza paisajística, cultural y etnográfica, que ha pasado desapercibida.

El origen de Ea se remonta al siglo XVI, aunque ya antes había caseríos dispersos por la zona. Con el tiempo, fue creciendo alrededor del pequeño puerto fluvial y el arroyo Ea, que lo atraviesa y le da nombre.

Durante siglos, Ea fue una población rural, pero muy ligada con el mar por su ubicación, lo que le dio cierta fuerza económica. Ya en el siglo XVIII empezaron las primeras construcciones de infraestructura en esta localidad: puentes de piedra y ermitas que siguen a día de hoy.

Un encantador pueblo con un impresionante casco histórico

Nombres a un lado, Ea llama la atención de turistas de todas partes gracias a su singular casco antiguo, con casas de arquitectura típica vasca separadas por la ría Ea. Con esta característica del entorno es normal que cuente con varios puentes, pero todos de gran belleza: dos de ellos con estilo románico que han sido rehabilitados.

Las calles empedradas, las casas tradicionales con balcones de madera, el antiguo puerto y las iglesia parroquial de San Juan Bautista y Santa María de Jesús separadas por el río terminan por hacer de Ea un lugar al que regresar, sobre todos para aquellas personas que buscan la tranquilidad.

Además, la web oficial de Ea recomienda visitar otras dos playas, más allá de la principal. Se trata de la salvaje Playa de Lapatza, rocosa y de 140 metros de longitud, y la aislada Playa Bedarona, también rocosa y de 70 metros de longitud.

Rodeado de acantilados, montes y calas escondidas, Ea forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, uno de los espacios naturales protegidos más importantes de Euskadi. Las rutas de senderismo por los montes cercanos, como el camino a la ermita de San Bartolomé o los paseos hasta Natxitua y Bedarona, son perfectos para los amantes del senderismo que quieran pasear por la costa Cántabra.

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