Los trucos de cocina no solo se encuentran en las redes sociales, con un alto porcentaje de que salga mal el invento, sino que se aprenden en el día a día. Y en cuanto a cocina del día a día se refiere no hay otro chef español que destaque tanto como Karlos Arguiñano.
En su programa Cocina Abierta comparte una serie de recetas y consejos de todo tipo que hasta terminan por impresionar al propio cocinero. En esta ocasión ha querido compartir una salsa con solo dos ingredientes que se hace muy rápida y es perfecta para una gran variedad de platos, pero sobre todo un brunch especial de huevos Benedict.
Y es que ha muchos le puede parecer complicada la salsa holandesa, pero con los materiales necesarios se puede hacer en menos de 15 minutos. Lo primero que se debe hacer es coger la mantequilla, cortada en trozos, y ponerla en una olla a fuego lento.
Mientras se va derritiendo se sigue con los huevos. Separa las yemas de las claras y bate con unas varillas eléctricas hasta montar las yemas, porque, aunque no tanto como las claras, las yemas también se montan. No se deben batir muy rápido.
Cuando estén espumosas y comiencen a espesar, es el momento de montar la salsa holandesa. Añade la mantequilla muy lentamente en forma de hilo, sin dejar de batir. Pero ojo aquí. No queremos toda la mantequilla derretida.
Arguiñano advierte que el suero blanco de la mantequilla, que queda en el fondo de la olla al fundirse no nos sirve para la salsa. Habrá que añadir la mantequilla líquida con cuidado de no tocar el suero.
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