Evasión

He preguntado a varios expertos y todos coinciden: esta es la mejor sartén antiadherente que debes tener en tu cocina

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Elegir una buena sartén puede ser una de las tareas más complicadas a la hora de completar tu cocina. Tantas marcas, tantos tipos, tantas funciones y formas que uno casi no sabe ni por donde empezar. Ahora bien, aunque el mercado esté repleto de materiales de lo más innovadores, si realmente se quiere acertar de pleno tan solo hay que echar un vistazo a la cocina de nuestras abuelas y seguramente encontraremos las mismas. Las sartenes de hierro, las que se llevan utilizando toda la vida, son las mejores y estas son las razones.

Más duradera y saludable

Sin duda alguna, cuando se trata de elegir una sartén que sea duradera y de calidad, uno de los materiales más populares es el hierro, prácticamente por encima del acero y del teflón. Aunque es cierto que su precio suele ser algo más elevado, además de que su vida útil también, ofrecen una serie de beneficios que las otras dos no.

  • Aporte nutricional a nuestros platos
  • Mejora el sabor y preserva los nutrientes de los ingredientes
  • Distribuye mejor el calor
  • Alternativa saludable a las antiadherentes tradicionales

Las sartenes de hierro son aptas para el gas, la cocina de inducción y la vitrocerámica, e incluso, hay algunas que es posible meterlas en el horno hasta un máximo de 10 minutos. Esto quiere decir que, obviamente no es para realizar una receta entera en el horno, pero sí para darle el último golpe.

Incluso, es posible diferenciar tres opciones diferentes: de hierro mineral, hierro fundido y hierro esmaltado. Las dos primeras son un poco más económicas, pero es cierto que la de hierro esmaltado es más fácil de limpiar y de mantener.

Sartén de hierro
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Cómo curar tu sartén de hierro

Si estás pensando en comprar una sartén de hierro mineral o fundido debes saber que, por lo general, están sin curar y aún así se trata de un proceso que es recomendable hacerlo antes del primer uso. De esta manera, nos aseguraremos que tengan esa propiedad antiadherente, por lo que si ves que con el paso del tiempo tus alimentos comienzan a pegarse, tan solo deberás repetirlo.

  1. Lávala con agua muy caliente y sécala con papel de cocina
  2. Añade una capa de aceite de oliva (de un milímetro aproximadamente) y cuece durante cinco minutos. Primero a fuego bajo y luego un poco más vivo.
  3. Pasado el tiempo, descarta el aceite y limpia con papel de cocina.
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