
La pandemia ha acelerado una petición que se venía realizando desde diferentes sectores e instituciones desde hacía tiempo: construir un futuro más verde y sostenible. De hecho, dentro del Next Generation, el instrumento de recuperación económica de la Unión Europea (UE), dotado con 750.000 millones de euros, una de las áreas de actuación es la Transición Justa.
A este respecto, desde EY han identificado hasta 1.000 proyectos entre los países de la UE que podrían contribuir a corto plazo tanto en la generación de empleo como en el cumplimiento de los objetivos climáticos y que podrían verse beneficiados por el fondo de recuperación Next Generation.
Según el informe A Green COVID-19 Recovery and Resilience Plan for Europe, estos proyectos representan una inversión agregada de 200.000 millones de euros y desde EY estiman que, en conjunto, estas oportunidades de inversión significarían más de 2 millones de puestos de trabajo. Esto representa casi una cuarta parte de las pérdidas de empleo debido a las consecuencias económicas de la crisis del Covid-19 en Europa.
Más del 20% de estas iniciativas que recoge el informe se consideran pequeñas y requieren inversiones de hasta 5 millones de euros. Alrededor del 30% de los trabajos seleccionados están desarrollados por startups y pymes e incluyen soluciones de movilidad sostenible, hidrógeno verde, recuperación de tierras o el uso de materiales de construcción bajos en carbono.
Eso sí, estos proyectos son solo una parte de los proyectos verdes en desarrollo en Europa para apuntalar una recuperación ecológica y resiliente de la crisis económica del Covid-19. Si se tuviesen en cuenta toda la cartera de proyectos verdes en la UE, el informe calcula que se alcanzarían un 1 trillón de euros de inversión al tiempo que se recuperarían en actividades verdes y productivas más de los 12 millones de puestos de trabajo perdidos por la pandemia (el estudio solo se centra en oportunidades a corto plazo, es decir aquellos que alcanzarán cierre financiero en los próximos 24 meses).
Estas oportunidades de inversión significarían más de 2 millones de puestos de trabajo
En este escenario, España es el tercer país por número de iniciativas con un total de 79 que representan unas necesidades de financiación de 24.471 millones de euros. En este grupo, tienen un gran peso los sectores de energía y transporte, los dos con mayor cuota de emisión de CO2 en España y que cubren aproximadamente, cada uno, el 40% de los proyectos identificados.
"Los proyectos identificados en nuestro informe demuestran el compromiso de las empresas y las entidades públicas españolas de alcanzar el objetivo de cero emisiones, a través de proyectos innovadores que se pueden implementar en un corto plazo. El hecho de que España sea uno de los países más beneficiados del fondo Next Generation supone una oportunidad para poner en marcha cuanto antes iniciativas que sirvan de revulsivo para generar empleo, reducir el impacto económico de la crisis derivada de la COVID-19 y generar valor a largo plazo para la sociedad", explica Inés Bargueño, directora de Transición Energética y Nuevos Negocios de EY y autora del informe de España.
'Made in Spain'
Hasta 1.500 millones de euros. Ese es el presupuesto de uno de los mayores proyectos de España: la obra de la línea 3 del metro de Sevilla. El ayuntamiento de la localidad, en colaboración con la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, pondrá en marcha esta obra que atravesará la ciudad de norte a sur, desde el barrio de Pino Montano hasta Los Bermejales, con una futura expansión al barrio de Bellavista. Se espera que tenga 14 millones de viajeros anuales, y que atienda a una población de unos 120.000 habitantes. Estará conectado a infraestructuras locales clave, incluyendo el hospital y el estadio.
Dentro del sector energético destaca el plan de Endesa para la sustitución y la conversión de un central de carbón por instalaciones renovables en Teruel. Con un monto de 1.400 millones de euros, este proyecto se engloba en el proceso de transformación que la compañía está impulsando hacia un modelo de generación de energía sin emisiones en 2050.
Dentro de este sector también despunta Iberdrola con la construcción de un parque solar en Extremadura por un importe superior a los 300 millones de euros. La planta será la más grande de su tipo en Europa, con 1.300 hectáreas y alrededor de 1,7 millones de paneles solares. En su desarrollo trabajarán 1.000 personas hasta su puesta en marcha, en 2022. "El proyecto generará energía limpia suficiente para abastecer a 375.000 personas al año y evitará la emisión a la atmósfera de 245.000 toneladas de CO2 al año", apuntó la empresa en una nota.
Esta no es la única inversión que destaca el informe de EY de la empresa. También aparecen los 150 millones de euros que destinará a intensificar el despliegue de puntos de recarga de vehículos eléctricos en los próximos cinco años. Así, desplegará 150.000 puntos de recarga en hogares, empresas y vía pública (urbana e interurbana) a lo largo de este periodo. Según informó la compañía, Esa cantidad de puntos de recarga supone multiplicar por seis su plan inicial, que preveía el despliegue de 25.000 puntos en cinco años.
Hasta 1.500 millones de euros es el presupuesto de la obra de la línea 3 del metro de Sevilla
Por su parte, Enagás planifica la mayor instalación de hidrógeno de España en La Robla (León), que exigirá una inversión de 266 millones de euros. Se trata de un proyecto presentado para captar fondos de la Unión Europea dentro de un programa especial llamado Green Crane que financiará iniciativas de recuperación verde frente a la crisis provocada por el COVID.
Este proyecto hispano-italiano aspira a exportar hidrógeno producido con renovables desde el sur al norte de la UE. En la vertiente española, Enagás quiere lanzar cinco hub de hidrógeno -en Baleares, País Vasco, Castilla y León, Aragón y Asturias- ligados a 2.100 millones de inversión. A este respecto, en el caso de La Robla, exportaría el hidrógeno hasta Rotterdam por medio de uno de los primeros gasoductos que se adaptarían para operar con hidrógeno, el que conecta la zona leonesa con el puerto asturiano de Gijón, donde la compañía dispone de las instalaciones de la regasificadora de El Musel.
Fuera del sector eléctrico EY destaca a Inditex, que destinará 100 millones de euros a la construcción de un nuevo edificio en la sede con los más altos estándares en términos de eficiencia y rendimiento energética. Asimismo, resalta la inversión de 15 millones de euros en infraestructuras ecológicas en Madrid efectuada por Ferrovial y la Universidad Politécnica.
Francia, a la cabeza
Con 149 proyectos verdes, Francia es el país que lidera este grupo de inversiones, seguido de Italia, donde se han identificado 95 iniciativas, España, con 79, Alemania, con 73 y Suecia con 70. A este respecto, apenas siete países concentran más del 50% de todos los proyectos seleccionados por el informe de EY: Francia (13%), España (8%), Alemania (8%), Italia (7%), Rumania (6%), Países Bajos (6%), y Polonia (5%).
"En tan sólo cuatro semanas, EY pudo identificar más de 1.000 proyectos en 27 estados miembros que pueden generar más de 2 millones de empleos a muy corto plazo para contribuir a nuestros objetivos climáticos. Por lo tanto, no puede haber ninguna excusa para que los Estados miembro no gasten los fondos de recuperación y resiliencia en oportunidades de inversión verde que beneficien a todos", sostiene Laurence Tubiana, CEO de European Climate Foundation.
En este contexto, Portugal despunta con una de las iniciativas con mayor presupuesto. El país planea construir una planta de producción de hidrógeno verde con energía solar que estaría entre las más grandes del mundo planeadas hasta ahora. La planta, en la que se invertirán 4.900 millones de euros, se ubicará cerca del puerto de Sines y podría estar produciendo hidrógeno a partir de 2023 con el objetivo de alcanzar su capacidad total para 2030.
Con 4.000 millones de euros se sitúa la línea de metro entre Copenhague y Malmö con una duración del viaje de aproximadamente 20 minutos. Las construcciones podrían comenzar en 2028 y la puesta en marcha sería en 2035. Otro de los proyectos que destaca es el interconector eléctrico entre Israel, Chipre y Grecia a través del cable eléctrico submarino más largo del mundo y que requiere una inversión de 2.500 millones de euros.