
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exhibió ayer ante un selecto grupo de grandes empresarios las bondades del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 presentados al Congreso para su tramitación parlamentaria el pasado lunes.
Pese a que las Cuentas Públicas de este año centran el alza de ingresos prevista en una fuerte subida fiscal, con especial incidencia en la gran empresa y la banca, el presidente se rodeó ayer -como ha podido saber elEconomista- precisamente de esos grandes focos de recaudación, de las grandes firmas del país, para tratar de convencerles de los aspectos positivos recogidos en el proyecto presupuestario pactado en octubre por el Gobierno socialista y su socio Unidos Podemos.
Los expertos consultados por este medio cuestionan que, de aprobarse el Presupuesto, el Gobierno pueda recaudar el récord histórico previsto por las Cuentas y defendido por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la presentación de los PGE en el Congreso, como un plan de acción cuyos ingresos recaerían principalmente sobre grandes compañías y entidades financieras.
Al encuentro celebrado este martes, organizado por BNP Paribas, acudió la presidenta en España de la entidad financiera francesa, Cecile Boned, así como un nutrido grupo de empresarios del Ibex entre los que figuraban el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el presidente de Enagás, Antonio Llardén: el consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás; el consejero delegado de ACS, Marcelino Fernández Verdes; el presidente de Iberia, Antonio Vázquez; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; el consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, y el presidente de REE, Jordi Sevilla.
Fondos representados
En el acto también participaron los representantes de varios grandes fondos de inversión, que acuden al Spain Investor Day que se ha celebrado durante las jornadas de ayer y hoy en Madrid. Así, entre los asistentes estaba el fondo norteamericano Blackstone, que en los últimos años se ha convertido en uno de los inversores más activos de España entrando en distintos mercados como el inmobiliario, a través del que se ha convertido en el mayor propietario de vivienda en alquiler del país, tras hacerse con la socimi Testa, y de activos hoteleros, mediante una opa sobre Hispania.
Asimismo, estuvieron presentes representantes de la entidad de servicios financieros americana TIAA Cref, el fondo Wellington, el grupo suizo Pictet, la gestora de fondos Moore Capital, la alemana DWS, el fondo Arrowgrass, la firma americana Zimmer Partners, y los fondos Cambiar y Millennium Capital Partners.
Sánchez explicó las perspectivas económicas de España para 2019 y repasó la situación política y social al tiempo que aprovechó para defender las fortalezas de España como un gran lugar para invertir, tales como la paz social, seguridad jurídica y una institucionalidad fuerte.
El presidente del Gobierno quiso además lanzar a los inversores un mensaje de tranquilidad, asegurando que no habrá cambios regulatorios llamativos y destacó que está comprometido en mostrar un Gobierno robusto contra los desafíos que se puedan presentar. Asimismo, Sánchez destacó que va a cumplir con la senda del déficit y a liderar un Gobierno proeuropeo.
El encuentro se celebró solo unas horas después de que se presentara un proyecto de Cuentas que se quiere cargar en las espaldas de las grandes empresas y la banca. Uno de los principales impuestos para ello será el de Sociedades, que se prevé que genere ingresos por valor de 27.579 millones de euros, un 14,1% más que en 2018, a través de medidas como crear un tipo mínimo del 15% y limitar la bonificación de dividendos extranjeros al 95%. Y esto sin contar la creación de dos gravámenes nuevos que van a golpear fundamentalmente a estos sectores: la tasa Google y el impuesto a transacciones financieras.
Con este tipo de medidas, el Ejecutivo quiere aumentar la presión fiscal en España un punto, para llegar hasta el 35,5%, sin tocar la fiscalidad de pymes y clases medias y trabajadoras.