Energía

Cepsa pagó 311 millones a Jho Low, un conseguidor, para comprar Coastal

  • El FBI cuestiona que en una semana se revalorizara un 600% la inversión
Foto: Archivo.

Cepsa se ha puesto en el punto de mira del Departamento de Justicia de Estados Unidos. La petrolera española pagó 350 millones de dólares (311 millones de euros) al conseguidor Jho Low para comprarle su participación en Condor Acquisition, la empresa instrumental que creó junto a la española en las Islas Caimán para adquirir la petrolera estadounidense Coastal Energy.

Hasta aquí no habría nada sorprendente si no fuese porque el mismo empresario malasio desembolsó una semana antes apenas 50 millones de dólares (44,5 millones de euros) por esta participación, es decir, que la misma se revalorizó en un 600% desde el 24 de enero al 3 de febrero de 2014. Cepsa, consultada por este diario, no quiso hacer declaraciones, ni confirmar estas cifras.

En un informe remitido al Juzgado del Distrito Central de California, y certificado por el FBI, se asegura que "las bases comerciales para esta revalorización inmediata de un 600% no son inmediatamente evidentes" y la investigación indica que los 50 millones que aportó Jho Low provenían del lavado de dinero de la venta del hotel Park Lane en Nueva York.

Tal y como ya adelantó elEconomista el 5 de octubre de 2016, el expresidente de Cepsa, Khadem Al-Qubaisi, utilizó a Low, uno de los implicados en la investigación por lavado de dinero del fondo 1 MDB, para cerrar en un tiempo récord la compra de Coastal Energy, una petrolera estadounidense con activos de exploración petrolíferos situados en Malasia y Tailandia.

Aprobado por el consejo

Jho Low fue presentado como socio inversor de la petrolera española a través de su sociedad Strategic Resources Global (SRG) en una operación que recibió el visto bueno de todo el consejo de la española, así como todas las aprobaciones de los reguladores y supervisores. El exjefe de Ipic, el fondo de Abu Dhabi, se sirvió de los contactos en Malasia de Low para desembarcar en la petrolera por 1.630 millones de euros (2.200 millones de dólares de la época).

Tal y como figura en las cuentas de Ipic, la operación comenzó el 18 de noviembre de 2013 con un acuerdo de fusión que se dio por cerrado a mediados de diciembre. La Junta de Coastal del 6 de enero aprobó la adquisición y la compra se completó e hizo efectiva el 17 de enero, es decir, todo en dos meses.

Según las investigaciones del Departamento de Justicia, certificadas por el FBI, en la financiación de la compra de Coastal se utilizó dinero procedente de otras operaciones de blanqueo de capitales. Concretamente, el 27 de diciembre de 2013, se transfirieron 55 millones a una cuenta en el BSI Bank en Sigapur a nombre de Strategic Resources Global (SRG) que a su vez pasaron a Condor Acquisition, la sociedad en las Islas Caimán con la que se compró Coastal.

El 24 de enero, la sociedad de Caimán, Condor, transfirió a una cuenta de Cepsa en BBVA un total de 50 millones de dólares, en lo que representaba la inversión de Low en Coastal. Apenas unos días después, el 3 de febrero, Cepsa transfirió de vuelta 350 millones a SRG por la compra de su parte en la alianza con la española.

Cepsa explicó en su momento a elEconomista que "SRG fue un socio estratégico que ayudó a identificar una oportunidad de compra de la compañía asiática dedicada al negocio de exploración y producción" y defiende la actuación llevada a cabo por el "amplio conocimiento del mercado energético asiático, donde Cepsa no operaba en aquel momento y porque encajaba con sus planes de expansión internacional".

En estos momentos, según explicó Cepsa, "Coastal está 100% integrada en la estructura de negocio de la compañía, dado que dicho vehículo fue absorbido por una sociedad holding íntegramente participada por el Grupo Cepsa".

La petrolera no quiso aclarar entonces la forma en que el polémico socio Jho Low dejó de ser un "inversor" en Coastal, ni los detalles de la presunta financiación que este magnate malasio -ligado al primer ministro del país- pudo aportar, pero ahora ha sido la Unidad de blanqueo de capitales de EEUU la que ha dado a conocer los mismos y la sorprendente revalorización -un 600%- de esta participación.

La compañía se limitó a decir que, en cualquier caso, su posición siempre fue mayoritaria. La operación, como ya indicó este diario, entró en el radar de las investigaciones judiciales, como ahora queda demostrado, puesto que SGR fue utilizada también para otras compras.

En la nota de prensa de Cepsa sobre la compra de Coastal, Low fue presentado simplemente como portavoz de SRG para asegurar que "estamos entusiasmados de poder invertir en Coastal. Nuestras buenas relaciones en esta zona de Asia, unido a la fortaleza de Cepsa en la actividad de exploración y producción, creemos que hará crecer la huella de Coastal en Asia y fortalecer sus operaciones".

El nombre de SRG, además, no resulta un detalle baladí, ya que la trama en la que están inmersos tanto Al-Qubaisi como Jho Low han utilizado nombres similares a los de empresas existentes (SRC es un filial de Aabar, otro fondo de Abu Dhabi) para poder desviar el dinero del fondo de Malasia 1MDB sin levantar sospechas.

Para llevar a cabo la operación, la petrolera contó con la colaboración de Goldman Sachs, una de las entidades que han formado parte del entramado que ha servido para desviar dinero del fondo de Malasia y que ha generado un escándalo financiero internacional de enormes proporciones, que acabó con la detención en agosto pasado de Al-Qubaisi en Abu Dhabi.

Ipic (International Petroleum Investment Company) anunció apenas unos días después de conocerse la investigación del FBI -el 29 de junio- su intención de fusionarse con el fondo Mubadala, en una unión que se cerró este pasado mes de mayo. Entre tanto, el fondo de Abu Dhabi y el de Malasia se enfrentan en un duro arbitraje por las garantías cruzadas que presuntamente se otorgaron, tal y como se desprende de la información presentada ante la Bolsa de Londres. De hecho, los fondos se han comprometido ahora a aceptar los resultados de dicho arbitraje.

Fraude de 7.000 millones

Las cantidades del presunto fraude en Malasia son astronómicas. Según la Justicia de EEUU, la cifra podría ascender a 3.500 millones de dólares, pero el auditor general de Malasia lleva esta cantidad hasta los 7.000 millones de dólares, en un informe que el propio Gobierno del país ha declarado secreto. De hecho, varios políticos malayos presentaron una class action en el Juzgado del Distrito Sur de Nueva York para poder reclamar daños patrimoniales.

En las cuentas presentadas por Ipic sobre el año 2015, el holding inversor acaba de realizar un importante recorte de la valoración de los activos de Coastal. La compañía ha reducido en 615 millones, casi un tercio del valor de adquisición de la compañía. Cepsa indicó que "desconoce y no interviene de ningún modo en la gestión de las cuentas de Ipic", pero en la suyas de 2015 presentó unas pérdidas de 1.040 millones, principalmente, por la provisión que tuvo que hacer por esta compra.

El agente especial del FBI, Robert B. Heuchling, ha realizado una profunda investigación sobre la trama de blanqueo de capitales en la que estarían envueltos tanto el expresidente de la petrolera española como su socio en la compra de Coastal.

Jho Low saltó a la fama en Nueva York por aparecer con algunas de las más importantes estrellas como Paris Hilton, Leonardo di Caprio, así como por sus múltiples gastos en algunos de los hoteles más conocidos de Las Vegas.

El departamento de Justicia americano se ha propuesto recuperar unos 1.000 millones por las operaciones llevadas a cabo en su territorio y que van desde la compra de hoteles de lujo, mansiones en Nueva York, Beverly Hills o Los Angeles a la de una yate o un avión (ver ilustraciones) mediante una serie de traspasos de dinero a través de paraísos fiscales.

El 20 de julio del año pasado, la abogada general del Departamento de Justicia de EEUU, Loretta E. Lynch; el director general del FBI, Andrew McCabe, así como varios responsables más de la lucha contra el crimen, presentaron la investigación realizada por un grupo especial dedicado a la lucha contra el blanqueo de capitales (Kreptocrazy) que, poco a poco, va avanzando.

La investigación analiza el desvío de dinero producido desde el fondo de Malasia, 1MDB a empresas realacionadas con Low y Al Qubaisi.

Entretanto, Al-Qubaisi cerró un nuevo pelotazo con la venta de la Torre Cepsa a Pontegadea. La sociedad del directivo, Muscari, firmó una opción de compra con Bankia por 400 millones y la ha vendido por 490 millones, gracias a un crédito puente que Bankinter le ha concedido y con la asesoría de Corpfin.

Al Qubaisi compró también un 20% del equipo Toro Rosso de Fórmula 1 y rápidamente aprovechó su cargo en Ipic para imponer un patrocinio al mismo a tres de sus filiales: Cepsa, Novachemical y Falcon Bank. Tras la salida del polémico directivo, Cepsa renunció a seguir apoyando al equipo de Fórmula 1, que contaba con un corredor español, Carlos Sainz.

Patrocinio del Bernabéu

Al-Qubaisi firmó un millonario contrato para patrocinar la reforma del estadio Santiago Bernabéu, por una cifra astronómica de 450 millones -equivalente al beneficio de un año de Cepsa-, lo que le sirvió para codearse con algunos de los empresarios más conocidos de la capital, como Florentino Pérez, presidente del club blanco y de ACS.

Ese acuerdo se encuentra ahora mismo en entredicho. El Real Madrid acaba de comenzar las obras de reforma del Santiago Bernabeu tras la aprobación del Ayuntamiento de Madrid y los cambios realizados en el proyecto permiten a Mubadala Investment -nuevo nombre de Ipic tras su fusión- abandonar el patrocinio, aunque todo apunta a una revisión del mismo a la baja, desde los 20 millones de euros actuales durante un plazo de 25 años. La decisión final se espera para finales de este mismo mes.

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