
La petrolera Sandridge presentó el pasado lunes su concurso de acreedores para reordenar su situación financiera maltrecha por la caída de los precios del petróleo y la reducción de su producción.
La compañía ha presentado al juez un plan de reestructuración con el apoyo de dos tercios de sus acreedores sobre una deuda de 4.100 millones de dólares, lo que permitirá dar mayores garantías a los pozos que están en funcionamiento.
La decisión de presentar el Capítulo 11 no tendrá ninguna consecuencia directa en Repsol. La petrolera española mantiene una alianza para operar yacimientos en Oklahoma con esta compañía. De hecho, alrededor del 1,5% de su producción actual proviene de esta colaboración.
Acuerdo en 2012
Repsol y SandRidge alcanzaron en 2012 un acuerdo por el cual la española adquiría, aproximadamente, 1.500 km2 del yacimiento Missisippian Lime, por 1.000 millones de dólares.
La compañía preveía perforar más de 200 pozos horizontales durante 2012 y superar los 1.000 en 2014, en una superficie de 6.900 km2 rica en carbonatos fracturados. Para ello, Repsol esperaba invertir 2.300 millones con el fin de alcanzar una producción de 90.000 barriles de petróleo en 2019, un objetivo que ahora se considera imposible de alcanzar por la caída de los precios del crudo y la reducción en un 75% de los pozos en perforación. La intención de la petrolera era dejar ocho pozos en funcionamiento en la zona de Missisipiam Lime para mantener las licencias a la espera de precios mejores del crudo pero, tal y como ha sucedido, según los analistas, si Sandridge los cerrara se quedaría sin circulante.
Missisippian Lime es un yacimiento con una elevada producción histórica y recursos probados, rico en petróleo ligero y gas que se produce a partir de carbonatos fracturados. Existe una extensa infraestructura en el área que opera desde hace más de 30 años.
Zona estratégica
Repsol considera Estados Unidos y Canadá como una de las zonas estratégicas dentro de su nuevo plan de negocio para la compañía, por lo que los problemas que encara este gran yacimiento podrían acabar afectando a la producción que le corresponde a la petrolera española.
La participación de Repsol iba a ser del 16% y del 25% en dos áreas dentro del yacimiento Mississippian Lime, situado entre los estados de Oklahoma y Kansas, Estados Unidos.
Los problemas de Sandridge se hicieron patentes el pasado diciembre cuando la Bolsa de Nueva York decidió expulsar del parqué a la compañía por sus anormalmente bajos niveles de cotización, aunque sus títulos se pueden negociar todavía en los mercados secundarios o OTC (over the counter).
La compañía tenía una notificación de la Bolsa de Nueva York desde el 23 de julio cuando sus títulos bajaron de un dólar por acción y le había otorgado de plazo para recuperarse hasta el 25 de enero. Sandridge atravesaba en los últimos meses un serio problema con sus pozos por culpa de los terremotos en Oklahoma.