Energía

Tecnología del agua al servicio del territorio

ETAP O Casal, en Vigo, con su particular cúpula de aluminio de 39 metros de diámetro.

En un mundo cada vez más condicionado por la escasez de recursos y la presión sobre los ecosistemas, la gestión eficiente del agua se ha convertido en un reto estratégico de primer orden.

Los operadores del ciclo integral del agua, conscientes de ello, llevan años apostando por la búsqueda de soluciones para todos los usos del agua -urbano, industrial o agrícola- y adaptarlas a las heterogéneas circunstancias de cada región.

La compañía de gestión del agua Aqualia es uno de esos actores que impulsan soluciones tecnológicas de vanguardia adaptadas a las necesidades específicas de cada territorio. En reconocimiento a este trabajo, dos de sus proyectos más emblemáticos han sido reconocidos recientemente en los Global Water Awards 2025, los prestigiosos "Óscar del Agua", como referentes mundiales en innovación, sostenibilidad y eficiencia: la desaladora Mar de Alborán, en Almería y la potabilizadora O Casal, en la ciudad de Vigo.

O Casal, vanguardia en el agua urbana

En una de las regiones ubicadas más al noroeste del país, en Galicia, la potabilizadora O Casal ha sido reconocida como la mejor de Europa y la segunda del mundo en la categoría de "Mejor Planta de Tratamiento del Año". Construida por Aqualia para el Concello de Vigo, esta instalación abastece con agua potable de altísima calidad a cerca de 500.000 personas en la ciudad y su área metropolitana.

Lo que distingue a O Casal es su carácter pionero: es la primera planta en España que utiliza membranas de ultrafiltración para el tratamiento de agua potable, una tecnología que permite cumplir con los más exigentes estándares europeos de calidad. Esta innovación es especialmente relevante en una región donde las lluvias torrenciales pueden comprometer la calidad del agua bruta, haciendo imprescindible un sistema robusto y fiable.

La planta competía en los Global Water Awards con proyectos de gran prestigio internacional en Filipinas, Malasia y China, consolidando así el liderazgo europeo en la gestión del agua. El jurado valoró especialmente la capacidad de O Casal para combinar innovación tecnológica, eficiencia operativa y sostenibilidad ambiental en un entorno urbano.

Mar de Alborán, agua para alimentar Europa

En el otro extremo del país, en el árido sureste español, donde la sequía amenaza la viabilidad de un polo agroalimentario clave de Europa, la desaladora Mar de Alborán emerge como una solución transformadora. Ubicada en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería), la planta ha sido seleccionada entre las cuatro mejores del mundo en la categoría de "Mejor Desaladora del Año" en los Global Water Awards, un reconocimiento que subraya su positivo impacto ambiental, social y tecnológico.

La instalación, gestionada por Aqualia, es fruto de la rehabilitación de una antigua planta adquirida en 2019. Hoy, Mar de Alborán está preparada para producir hasta 20 hectómetros cúbicos de agua desalinizada al año, destinados principalmente al riego agrícola. Esta capacidad permite abastecer más de 3.000 hectáreas de invernaderos en el Campo de Níjar. Más de 150 usuarios ya se benefician del agua de Mar de Alborán, con una red en expansión que promete seguir creciendo en los próximos meses.

La tecnología empleada es de última generación: membranas de ósmosis inversa con nanotecnología que eliminan hasta el 99,85% de la sal y otros elementos como el boro, garantizando una calidad de agua óptima para los cultivos. Además, la planta ha sido concebida bajo estrictos criterios de sostenibilidad para minimizar el impacto ambiental. El jurado de los Global Water Awards ha destacado la eficiencia operativa, la innovación tecnológica y el compromiso medioambiental del proyecto.

Tecnología con propósito

Estas dos plantas no solo representan hitos técnicos, sino también un modelo de gestión comprometido con el desarrollo territorial, la protección del medio ambiente y el bienestar de las personas. Aqualia ha demostrado que es posible diseñar infraestructuras inteligentes, resilientes y sostenibles, capaces de responder a los retos del presente y anticiparse a los del futuro.

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