Energía

'Foment del Treball' propone a la UE alargar la vida útil de Ascó y Vandellós

  • La patronal alerta a la Comisión Europea de un "apagón industrial" si se cierran las centrales nucleares
La central nuclear de Vandellós II, en Tarragona. Jaume Sellart
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El cierre programado de las tres centrales nucleares en Cataluña (Ascó I, Ascó II y Vandellós II) supone un "riesgo de desabastecimiento energético" para la industria. En otras palabras: un "apagón nuclear" en la región comportaría un "apagón industrial". Así lo ha advertido este miércoles el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, en un encuentro con distintas autoridades de la Comisión Europea en Bruselas, concretamente de las direcciones generales de Energía y Medio Ambiente.

Para evitar esta situación, la patronal catalana ha propuesto alargar una década la vida útil de los reactores ubicados en Tarragona. Foment ha recordado que los reactores pueden ampliar su ciclo productivo y renovarse en periodos de diez años.

Sánchez Llibre ha coincidido con los representantes de la Comisión en que "la energía necesita visión de futuro". Pero ha incidido en que Cataluña cuenta con un mix de energía renovable que apenas llega al 7%, muy lejos de la media española del 50,3%. La patronal entiende que la energía nuclear puede seguir suministrando a la industria mientras se desarrolla la implantación de alternativas como la eólica y la solar.

"Es importante tener en mente el trilema energético: garantía y seguridad de suministro, competitividad económica y sostenibilidad ambiental. Se debe favorecer la competitividad de la industria con reformas que afecten al mercado de la energía, puesto que, si no, solo se conseguirá deslocalizar industria, que es un riesgo real", ha indicado la organización empresarial.

"Cataluña se ha basado sobre todo en la electrificación doméstica, pero no se ha planificado la transición energética industrial. Cataluña es hoy incapaz de cumplir con los objetivos de transición energética que determina la UE para 2030", ha lamentado la patronal.

Impacto económico

No es la primera vez que Foment da la voz de alarma ante el apagón atómico en Cataluña. Si no se modifica el calendario pactado entre los operadores y la administración, Ascó I será el primer centro que finalice sus operaciones en 2030. Le seguirán Ascó II en 2033 y Vandellós II en 2035. Este último es el más joven en funcionamiento en España junto con el de Trillo (Guadalajara).

Los tres reactores proveen a Cataluña del 58% de la energía que consumen particulares y empresas. Cada uno de ellos proporciona algo más de 1 GW de electricidad. El año pasado, solo el 16% de la generación eléctrica en la comunidad provino de renovables. Por otra parte, las centrales nucleares de Tarragona generaron 7,4 GWh de media por cada megavatio instalado, un rendimiento seis veces superior al de las plantas fotovoltaicas.

Además, se estima que el cierre nuclear supondrá la desaparición de unos 3.000 empleos directos e indirectos. De hecho, la Generalitat lleva años reforzando el llamado Fondo de Transición Nuclear para amortiguar la pérdida de actividad económica en los municipios afectados.

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