Energía

Por qué Europa se prepara para una era de gas barato en medio del verano más caluroso de la historia

  • Está por debajo de sus precios preguerra
  • Los expertos creen que el precio seguirá cayendo hasta el invierno
  • S&P: "Vemos uno gas debilitándose con el paso de los meses"
Terminal de almacenamiento de GNL en Países Bajos (Dreamstime)

El mundo se encuentra a las puertas del verano más caluroso de la historia. La Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) explicó que el pasado junio fue el que más altas temperaturas ha registrado nunca y julio va en la misma línea. Desde Berkeley Earth advertían en un informe posterior de que ven un 95% de posibilidades de que se supere al año 2023 y se consagre como el periodo más cálido desde que hay registros (mediados del siglo XIX. Sin embargo, en medio de esta coyuntura, con los ventiladores y el aire acondicionado resonando con fuerza en todo el continente, el precio del gas no solo no despunta, sino que se mantiene por debajo de las cifras previas a la guerra.

De hecho, incluso están por debajo de las cifras de julio de 2021. Para encontrar unos precios de la materia prima más bajos hay que irse a la pandemia, cuando el mundo se paró por completo y el consumo se contrajo hasta su mínima expresión. Actualmente, el precio de referencia en Europa (TTF) cotiza en los 35,3 euros, un claro repunte respecto a marzo, cuando suele tocar sus mínimos estacionales. Sin embargo, comprar gas en el viejo continente es un 34% más barato que el verano pasado.

Y no solo eso, los expertos están advirtiendo de que, a pesar todo, se espera que los precios sigan cayendo de forma sostenida (aunque con un suelo importante) llevando los precios del gas a una mayor estabilidad y mejor precio para los usuarios del viejo continente. Detrás de esta tendencia hay varios giros inesperados por el mercado hace no tanto. Unos almacenes mucho más llenos de lo esperado, un nuevo sistema, una normalización del suministro… El camino parece trazado, pero no está exento de riesgos.

Unos almacenes llenos

El principal motivo que explica los precios más bajos de la materia prima está en que los almacenes del continente se encuentran a rebosar. Según los datos de Gas Infrastructure Europe (GIE) los tanques de la región se encuentran a un 84,71% de su capacidad. Unas cifras prácticamente idénticas al año pasado por estas fechas, cuando el viejo continente todavía está pisando el acelerador para asegurar el suministro ante posibles cortes y problemas de abastecimiento y decidió dejar asegurarse unas reservas llenas a un coste mayor para garantizar la estabilidad del mercado energético ante imprevistos. Sin embargo, ya con una situación más normalizada y estable las cifras han sido igual de buenas eso sí, pagando menos por el gas.

La propia Comisión Europea ha publicado esta semana una nota informativa basada en su último informe trimestral en la que destaca la estabilidad que está mostrando el mercado mayorista del gas y la electricidad en la Unión Europea. "Los mercados de gas y electricidad de la UE en la primera parte de 2024 han vuelto a una situación mucho más estable y predecible en relación con el mismo período de 2023, con la aceleración de una serie de cambios estructurales positivos, según los nuevos informes trimestrales para ambos mercados recién publicados", señala la nota.

El informe sobre el mercado del gas destaca que los fundamentos del mercado del gas de la UE se mantuvieron sólidos en el período del año gracias a unos niveles persistentemente altos de almacenamiento de gas, los suministros estables de gas por gasoducto y GNL y una disminución significativa de los precios del gas al por mayor y al por menor. Entre los motivos por los que la oferta parece mejor de lo esperado desde Commerzbank destacan que la capacidad de exportación de EEUU a Europa, su principal suministrador de GNL "no ha dejado de aumentar" y que pondrá en marcha más en la segunda mitad del año.

Pero no solo el lado de la oferta está resistiendo. La demanda también está contribuyendo con una debilidad inesperada, fruto del buen tiempo y el clima templado del invierno y la primavera, que han permitido que las instalaciones de almacenamiento de gas se mantengan en niveles relativamente altos, incluso después del invierno. En marzo, los tanques de almacenamiento se encontraban al 68%, un punto porcentual por encima respecto al mismo periodo del año anterior. Estos almacenes más llenos han redundado en que los envíos de GNL a Europa han caído un 30% en julio, según datos de Bloomberg.

"Los niveles de almacenamiento de gas en el primer trimestre de 2024 alcanzaron un nuevo máximo en comparación con cualquier primer trimestre anterior en los últimos catorce años (desde que comenzó el seguimiento de los niveles de almacenamiento de la UE) y se situaron en el 68% (776 TWh), un 1% más que en el primer trimestre de 2023. En comparación con el trimestre anterior, el almacenamiento bajó un 29% (desde una tasa de llenado promedio del 95%, un volumen promedio de 1085 TWh para el cuarto trimestre de 2023), lo que refleja las reducciones estacionales habituales durante la temporada de calefacción de invierno", señala el informe de la Comisión Europea. Los promedios mensuales fueron del 78%, 66% y 60% para enero, febrero y marzo de 2024, respectivamente, superando los promedios mensuales alcanzados en febrero (65,9%, 740 TWh) y marzo (56,8%, 639 TWh) en 2023, y estando ligeramente por debajo de la tasa de llenado promedio mensual de enero (79,6%, 892 TWh) de 2023, según los datos de este documento.

Eduardo Campanella analista de Unicredit señala este factor como la clave "las temperaturas más suaves de lo normal mantuvieron la demanda bajo control, junto con ganancias prolongadas en eficiencia energética". Por su parte, desde Commerzbank explican que a pesar que "la demanda y el precio están aumentando de la mano de las temperaturas y el mayor uso de aire acondicionado, vemos una situación relajada a corto plazo gracias a unas instalaciones de almacenamiento de gas ya están llenas al 84 por ciento, lo que supone 7,5 puntos porcentuales más de lo habitual en esta época del año".

Consumo bajo a pesar de todo

Todo ello se combinó con la estabilización del consumo de gas en niveles bajos en línea con los compromisos de ahorro energético de la UE y una mayor participación de las energías renovables. Las importaciones disminuyeron un 5% intertrimestral y se mantuvieron estables interanualmente (con un pequeño descenso del 1%). La participación de las importaciones por gasoducto se mantuvo estable en el 59%, complementada por el 41% de las importaciones de GNL. Noruega aumentó su participación o peso en el suministro de gasoductos de la UE al 54%, desde el 50% en el trimestre anterior, mientras que Estados Unidos mantuvo su participación del 50% en las importaciones de GNL de la UE. La UE siguió siendo el mayor importador de GNL del mundo, por delante de China y Japón.

El informe sobre el mercado eléctrico también destaca que en el primer trimestre de 2024 los mercados eléctricos europeos siguieron registrando un descenso, con un aumento de la participación de las energías renovables, en particular el crecimiento de la generación de energía solar, eólica marina y terrestre y la generación hidroeléctrica. El número de horas con precios mayoristas negativos en el primer trimestre de 2024 fue mayor que en el mismo trimestre de 2023. El consumo de electricidad aún no se ha recuperado por completo, en comparación con los niveles anteriores a la crisis.

"Nuestras perspectivas son bajistas, con la situación actual vemos que almacenamiento probablemente tocará el 100%"

La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) coincide con este punto de vista en su último informe, señalando como el factor fundamental por encima de las temperaturas mejores de lo esperado un descenso de la actividad industrial en sus principales países. "Los cuatro países de la UE-27 con mayor consumo de gas natural (Alemania, Italia, Francia y los Países Bajos) representan alrededor de dos tercios de la demanda en la región. El consumo de gas natural se redujo en estos países en un total de 5.000 millones de pies cúbicos por día (Bcf/d) en 2023 y 6 Bcf/d durante los primeros cinco meses de este año en comparación con el promedio de 2017 a 2021".

Al margen de la debilidad industrial, la institución explica que "un menor consumo de gas natural debido a las políticas del gobierno europeo y una mayor generación eléctrica a partir de fuentes renovables llevaron a inventarios de almacenamiento de final de temporada de calefacción récord tanto en 2023 como en 2024". Por su parte desde Commerzbank señalan que no solo son las energías verdes, sino también un mayor uso de la energía nuclear en el primer semestre. Todos estos factores han provocado según la Agencia Internacional de la Energía que la demanda caída un 20% en este periodo.

Va a seguir cayendo

Todos estos factores se traducen para Unicredit en que ahora, incluso con la subida actual vinculada a problemas de abastecimiento con Noruega y las dudas crecientes que supone Oriente Medio, con Israel lanzando ataques sobre Beirut, los precios de gas están tocando techo. Según la entidad esperan que vayan fluctuando entre los 30 y 35 euros por megavatio hora. "Nuestras perspectivas son bajistas, con la situación actual vemos que almacenamiento probablemente tocará el 100% para finales de septiembre o principios de octubre".

En ese sentido, la firma italiana sentencia que la posición de enorme fortaleza con la que cuenta el viejo continente gracias a todos estos factores, es situación de estabilidad ni siquiera se vería comprometida por un invierno crítico a nivel climático. "Incluso en un escenario de condiciones extremas , el almacenamiento elevado y las importaciones globales de GNL deberían actuar como amortiguadores". En este caso, "esperamos que los precios del TTF se muevan hacia los 40-50 euros el megavatio hora (en ese caso)".

Desde S&P Global también coinciden en que los precios más bajos en el gas han venido para quedarse. "Vemos unos precios debilitándose a medida que vayan pasando los meses y las reservas sigan creciendo", comenta la agencia. Sin embargo, los analistas ponen matices a este impulso a la baja y añaden que creen que "será limitada" pues creen que en la segunda mitad del año habrá un mercado de GNL más ajustado y "necesitarán atraer una cantidad sostenible". En cualquier caso, comentan que hay grandes riesgos que pueden frustrar esta 'era de calma' en el gas.

Los riesgos siguen ahí

El principal peligro es algo que ya se está notando. Un Oriente Medio caótico que sacuda los precios del gas y someta a presión a todo el mercado. Este mismo martes los precios del gas llegaron a subir un 7,5% después de que Hamás afirmase que Israel mató a uno de sus líderes en plenas negociaciones de un alto al fuego. "Las nuevas escaladas en Oriente Medio muestran lo rápido que el TTF puede subir en un día", aseguraba Florence Schmit, analista energética de Rabobank.

Ahora al margen de Hamás el conflicto cada vez mayor con Hezbollah también amenaza con sacudir la región. De hecho, el enfrentamiento ya instalado en Jordania si deriva en una invasión total de este país puede elevarse hasta generar en un conflicto regional más amplio. Este grupo armado chiíta está apoyado por Irán y desde la misma Turquía han amenazado este lunes con una intervención sobre Israel para imponer la paz "al igual que se entró en Karabaj o Libia".

Hay otro factor clave, China está devorando gas como nunca. Según datos de Petrochina las importaciones del gigante asiático se elevaron un 14,3% el primer semestre del año. Aunque su economía no ha crecido como se esperaba, la voracidad de Pekín puede ser la clave para frustrar la calma que se ha instaurado el mercado pues China supone el 6,5% de toda la demanda a nivel mundial.

Por último está el facto de una red de abastecimiento delicada. El suministro del viejo continente depende en gran medida de plantas de exportación concretas. Un ejemplo es Ichthys LNG, cuyos problemas en varios de sus trenes han complicado los precios a nivel global. Aunque sin duda el gran riesgo en este sentido son los problemas de interconexión con Noruega. De hecho, a comienzos de junio los precios saltaron a sus máximos anuales debido a una grieta en una de las plataformas del centro offshore Sleipner. Este problema demostró la fragilidad del sistema de suministro europeo y puso sobre la mesa otra de las amenazas para lo que, parece ser, una etapa tranquila en el gas.

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