El gigante emiratí Taqa ha decidido romper las negociaciones que mantenía con Criteria para lanzar una oferta de más de 10.000 millones de euros por Naturgy sin dar explicaciones al hólding financiero español. La decisión, según indica el vehículo inversor de La Caixa, supondrá que la compañía se abra a buscar posibles nuevos socios que permitan a Naturgy profundizar en su transformación y acelerar su transición energética.
CriteriaCaixa reitera su compromiso como inversor de largo plazo de la gasista, de la que es primer accionista desde hace décadas, y su voluntad de defender sus intereses con la finalidad de contribuir a mantener la empresa cotizada en España, asegurar un plan industrial coherente, así como mantener la seguridad de suministro, tres condiciones básicas para cualquier interesado en desembarcar en Naturgy.
Según fuentes consultadas por este diario, la ruptura entre ambas partes se produce después de haber firmado un acuerdo en el que se fijaban las condiciones del pacto parasocial y la gobernanza de la compañía y que posteriormente se rompió por parte de la emiratí.
Taqa acudió a Criteria con nuevas reclamaciones que suponían un mayor control de Naturgy e incluso se abría la puerta a la toma de una mayoría del capital de la compañía, un extremo que resultaba una línea roja inaceptable para el hólding financiero y también para el Gobierno español, que se limitaron a exigir las condiciones pactadas previamente.
Según fuentes consultadas por este diario, las razones para este extraño comportamiento de Taqa habría que buscarlas en el fondo que dirige Jaime Siles en España.
IFM habría indicado a Taqa que contaban con un acuerdo con el anterior consejero delegado de Criteria, Marcelino Armenter, para elevar su participación en la gasista pero que finalmente no se había cumplido, lo que pudo generar suspicacias en los nuevos entrantes emiratíes.
En la pasada junta de accionistas de Naturgy, el fondo IFM fue el único gran accionista que votó en contra del informe de retribuciones de los administradores. Fuentes consultadas destacan que la decisión de dejar en vía muerta la opción de Géminis provocó la escaramuza con IFM.
Con todo este escenario en contra, la semana pasada Taqa mostró su intención de romper el memorándum de entendimiento que tenían firmado y que finalmente ayer se abandonó definitivamente.
Ambas empresas contaban con un acuerdo previo, pero tras todos estos problemas y las reticencias del Gobierno, el gigante emiratí ha decidido tirar la toalla unilateralmente de la que podría haber sido la mayor operación de compra del año.
Nuevos inversores
A partir de ahora, los fondos accionistas de Naturgy, CVC y GIP, llegan ya cerca del máximo de permanencia de sus vehículos de inversión en la española. Aunque en ambos casos podrían optar por crear un fondo de continuidad, se espera que planteen nuevos mecanismos de salida.Por el momento, ambos fondos han visto ya como fracasaba el proyecto Géminis -que pretendía trocear la compañía para facilitar su venta- y la operación de compra de Taqa. No obstante, el apoyo recibido de Criteria -tras la llegada de Ángel Simón- y de CVC y GIP al presidente, Francisco Reynés, habría provocado una distensión entre las partes, aunque ahora se ha acelerado la necesidad de reordenar el capital de Naturgy.
Presión del Gobierno
El Gobierno había cuestionado desde el principio la operación de Taqa sobre Naturgy al tratarse de una empresa estratégica.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue la más dura en sus declaraciones y se mostró escéptica con el interés del grupo Taqa de desembarcar en el accionariado de Naturgy, apuntando que el deseo del Gobierno es que en las empresas estratégicas el capital que entre "sea claro, transparente y a ser posible capital español". ontero aseguró que el objetivo del Gobierno "desde el primer momento" es que "no haya ningún tipo de inversión extranjera que pueda afectar a la seguridad de algunas compañías que trabajan en el marco de la seguridad nacional y que tienen responsabilidades estratégicas en el país". "Nuestra idea y nuestra tarea es que ojalá haya otros inversores que se puedan incorporar a esta compañía y que, en este caso, la competencia es lo que tiene que determinar cuál va a ser el resultado final", añadió.
Por su parte, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, señaló que "en España tenemos una visión muy clara respecto a la necesidad de proteger nuestros intereses estratégicos y tenemos además los instrumentos normativos para ello". En este sentido, Cuerpo recordó que hay diferentes formas de garantizar estos intereses: "A veces la protección conlleva la entrada del Estado en las empresas, como es el caso de Telefónica, pero en el de Orange y MásMovil provocó una serie de requisitos para que se mantengan las inversiones y el mantenimiento del empleo en España".