
El informe del auditor señala "dudas significativas" sobre la viabilidad empresarial de Holaluz. La comercializadora eléctrica, que atraviesa una profunda crisis financiera, ha presentado este viernes por la noche y fuera de plazo la auditoría de sus cuentas del ejercicio 2023.
El BME Growth, la bolsa de pymes donde cotiza la energética, suspendió de contratación los títulos de la compañía debido al incumplimiento de esta formalidad. En un comunicado, Holaluz ha destacado que la "auditoría realizada ha concluido sin salvedades".
Sin embargo, el auditor independiente, EY, sí señala la "incertidumbre material" sobre la capacidad operativa del grupo. Lo hace en relación con los préstamos que la comercializadora negocia con varios actores públicos y privados, como el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), que servirían para aliviar su delicada situación financiera. En 2023, el grupo declaró pérdidas superiores a los 26 millones de euros, quintuplicando sus números rojos respecto al ejercicio 2022.
"Las previsiones de tesorería para los próximos doce meses incluyen nuevas fuentes de financiación por un importe global de 20 millones de euros que actualmente están en fase de negociación y que (...) en el caso de no materializarse, los Administradores de la Sociedad dominante han aprobado presentar un pre-concurso de acreedores", apunta el auditor. Y señala: "Estas circunstancias indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del Grupo para continuar como empresa en funcionamiento".
Consejo dividido
En esta coyuntura, Holaluz se enfrenta además a un consejo de administración dividido. Axon Capital e Inversiones y Geroa Pentsioak, accionistas de referencia y administradores de la firma, decidieron rechazar las cuentas declaradas del último año.
Según la información disponible en el BME Growth, Axon Capital posee un 16,80% del capital social, mientras que Geroa Pentsioak reúne un 6,68%. Entre el resto de accionistas se hallan los tres fundadores del grupo, Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila, cada uno con una participación cercana al 15%, y el fondo Mediavideo BV (5,14%), que no se sienta en el consejo.