La empresa gallega EiDF da un paso adelante para intentar superar la crisis. La sociedad ha comunicado hoy que "formalizado un acuerdo para la compra de dos proyectos en la provincia de Burgos", lo que, según dice, le permite avanzar "en el desarrollo de su cartera de generación con el fin de nutrir su pipeline y contribuir así al cumplimiento e incremento de los objetivos de su plan de negocio".
Se trata, en primer lugar, del proyecto de Garoña Alfacuarta, con una potencia de 100MWp y se conecta en 220kv, que ya cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable, así como la autorización administrativa previa. El segundo proyecto es de Barcina Garoña Vega I y II, que cuentan con una potencia de 69 MWp cada una de ellas y se conectan en 400 kv.
Autorizaciones
En este caso, cuenta también con la Declaración de Impacto Ambiental favorable, pero está pendiente de la resolución de la autorización administrativa previa, que espera obtener próximamente. La potencia que generarán las tres plantas será, en total de 238 Mwp y producirán una energía de aproximadamente 179.420 MWh. En el marco del plan de crecimiento, la empresa quiere ampliar su cúpula directiva y fichar a un consejero delegado, además de haber contratado también a KPMG para reforzar sus estructuras de control financiero.
Después de varios días de caída en bolsa, EiDF ha conseguido además darle la vuelta a la situación y la acción se ha revalorizado un 3,83%, hasta 3,90 euros. La empresa sufrió un desplome desde el pasado lunes después de que la CNMV hiciera públicos algunos extractos del informe forensic en el que se apuntaba a una posible falsificación de contratos y facturas.