Energía

Los beneficiarios del bono social aumentan un 6% en plena crisis de la electricidad

  • Los precios de la luz se multiplican por cuatro entre agosto de 2021 y julio de 2022
Madrid

Los beneficiarios del bono social eléctrico aumentaron un 6% en el periodo álgido de la crisis energética. Entre agosto de 2021 -cuando el precio de la luz rompía la barrera de los 100 euros/MWh- y julio de 2022 -cuando ya superaba los 250 euros/MWh-, el bono social alcanzó un promedio de 1.211.417 de consumidores. Un 6,1% más que en el mismo periodo de los años anteriores (agosto de 2020-julio de 2021), según el Boletín de Indicadores Eléctricos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Comptencia (CNMC).

Si comparamos el precio de la electricidad en ambas etapas el incremento es del 285,6%. Cuatro veces superior. Concretamente, hablamos de un precio medio de la luz de 206 euros/MWh en los meses de 2021-2022, frente a los 53 euros que costaba anteriormente.

En este sentido, la unidad familiar es el tipo de beneficiario que más aumentó, con una variación de 8,1%. En el mes de julio del año pasado alcanzó los 784.425 beneficiarios. Las familias numerosas acogidas al bono social eléctrico, por su parte, experimentaron un crecimiento del 5,9% entre agosto del 2021 y julio de 2022. Alcanzaron los 346.571 beneficiarios.

Sin embargo, el número de pensionistas cayó un 2,1% (con 119.240 consumidores en julio) y los usuarios en situación de vulnerabilidad económica debido a la Covid-19 descendieron un 49,5% (1.898 en julio). Se incorpora también información de los clientes beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (1.404).

Pobreza energética

En noviembre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) publicó la Actualización de los indicadores de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética, que concluyó que la pobreza energética se redujo en 2021. Según el informe, tres de los cuatro indicadores primarios mostraron una mejora.

Durante el año 2021 destacó especialmente el descenso experimentado por el indicador de pobreza energética escondida, reduciéndose en 1 punto porcentual con respecto al año 2020. De hecho, alcanzó la cifra más baja de los cuatro últimos años (un 9,3% de los hogares nacionales), según el análisis presentado.

El indicador de gasto desproporcionado recuperó un comportamiento positivo, alcanzando el 16,4% de los hogares en 2021. Mientras, el retraso en el pago de facturas de suministros de la vivienda alcanzó valores ligeramente inferiores a los del ejercicio previo. El documento apuntó que un 9,5% de la población tiene retrasos a la hora de pagar los recibos de los suministros de su vivienda.

Únicamente empeoró el indicador de temperatura inadecuada en la vivienda en invierno, pues se incrementó en 3,4 puntos. Hablamos de un 14,3% de los hogares nacionales.

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