La Administración valenciana y las empresas dedicadas a la promoción de renovables han mostrado dos caras muy distintas sobre la realidad de la implantación de estas energías alternativas en un momento de crisis por el cambio climático y la guerra de Ucrania en una jornada sobre el reto del despliegue de la energía fotovoltaica en la Comunitat Valenciana, organizada por la CEV.
El director adjunto de Statkraft Iberia, Guillermo Roth, se mostró crítico con los problemas y retrasos en la tramitación de instalaciones que se acumulan desde hace años. El responsable de la promotora, controlada por el fondo de pensiones de Noruega y cuya filial tiene su sede en Valencia, considera que los cambios de emergencia aprobados por la Generalitat por la guerra de Ucrania para agilizar supuestamente la implantación pueden ser contraproducente.
El directivo aseguró que ese Decreto Ley 1/2022 "supone un importante frenazo para los proyectos fotovoltaicos en la Comunitat y choca frontalmente con la Estrategia Valenciana de Cambio Climático que marca un objetivo claro: que el 42% de la energía consumida en 2030 en la región proceda de fuentes renovables". El directivo de la empresa, que adquirió Solar Century y cuenta con varias plantas en tramitación en la región en la región con inversiones superiores a los 100 millones recordó que "decenas de proyectos, con sentido económico, medioambiental y social, están totalmente paralizados con las nuevas limitaciones".
En la misma línea se ha pronunciado el delegado de Iberdrola en la Comunitat Valenciana, Ibán Molina. "Desde Iberdrola seguimos incrementando nuestras inversiones para reforzar la autonomía energética y acelerar la transición verde, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles. Y para ello son necesarias políticas estables y favorables que impulsen las inversiones y agilizar la concesión de permisos a las energías renovables en interés del público y de la industria, apuntó.
Por su parte, el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha reivindicado que acelerar el despliegue de las instalaciones fotovoltaicas renovables "tiene que ser una prioridad estratégica para nuestro territorio".
"El camino correcto pasa por incrementar su aportación al mix energético para reducir nuestra dependencia del exterior, por eso, insisto, es indispensable la tramitación urgente de aquellas instalaciones que se prevean medioambientalmente y técnicamente desde su concepción", ha señalado Navarro.
Del mismo modo, ha incidido en el compromiso "firme y realista" de la Confederación y de las empresas que la integran con la transición ecológica y ha solicitado la flexibilización de los objetivos, estrategias y hojas de ruta de la Green Deal, atendido a la coyuntura actual, "pero no para el caso de las energías renovables".
Más autoconsumo
Desde la Generalitat Valenciana quedó claro que frente a las plantas fotovoltaicas de unas ciertas dimensiones su apuesta es la creación de instalaciones de autoconsumo de menor tamaño.
El conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent, señaló que el autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica "se erige sin duda como pilar fundamental en la transición hacia un sistema de generación distribuida basado en fuentes de energías limpias, renovables y autóctonas".
"Hemos solicitado al Ministerio de Transición Ecológica la ampliación en al menos 50 millones de euros del presupuesto asignado al Ivace para impulsar el autoconsumo, que inicialmente era de cerca de 40 millones de euros, dada la buena acogida y gestión que está teniendo el programa", desveló el conseller.
Entre el año anterior y el presente se ha disparado las instalaciones de autoconsumo en la región y se han casi doblado en un año, con 277 megavatios de potencia instalada hasta junio.