
Finalmente, los ministros de Energía de la Unión Europea han llegado rápidamente a un acuerdo este martes sobre el plan de emergencia para empezar a reducir el consumo de gas ante el chantaje de Putin. Después de varias jornadas de negociación, los gobiernos han conseguido suavizar la propuesta inicial de Bruselas, cosa que ha permitido el acuerdo.
"No ha sido misión imposible", ha tuiteado la presidencia Checa de la UE, encargada esta segunda mitad del año de gestionar las reuniones entre los Veintisiete. Han sido suficientes unas cuatro horas para que los ministros de Energía dieran por cerrado un acuerdo político sobre el plan para empezar a ahorrar gas y salvar el próximo invierno en Europa. La presión de Putin ha ayudado, pues el acuerdo llega el día después que Gazprom haya anunciado una nueva reducción del flujo de suministro.
Los titulares europeos de Energía no han votado formalmente, sino que solamente Hungría ha manifestado su oposición al plan, así que el consenso ha sido suficientemente amplio para declarar el acuerdo político, según fuentes comunitarias.
La Comisión Europea propuso hace a penas una semana una estrategia que pasaba por reducir un 15% en todos los países de la UE el consumo de gas, un objetivo que podía convertirse en obligatorio si el ejecutivo comunitario decidía decretar el estado de alerta europeo. Se trataba de reducir 45 bcm de gas desde este agosto hasta marzo de 2023. Esta iniciativa, sin embargo, despertó rápidamente la oposición de varios gobiernos, que finalmente han rescrito el texto, flexibilizando los objetivos y arrebatando a Bruselas la potestad de activar la obligación.
Después de esta negociación, el objetivo de reducción sigue siendo del 15% voluntario para todos. Pero hay varias exenciones y posibilidades para incluso pedir una derogación del 15% de reducción cuando esta se convierte en obligatoria. Los estados no interconectados, a otras redes nacionales de gas, es decir las islas, quedan exentos en ese caso, pues su ahorro no serviría para redistribuirlo a otros estados necesitados. Por otro lado, esos estados que no tienen la red eléctrica correctamente interconectada al sistema eléctrico europeo (Balcanes) también quedan exentos.
Por otro lado, los gobiernos pueden solicitar una adaptación de las obligaciones de reducción si tiene interconexiones limitadas y pueden demostrar que su red doméstica para almacenar y distribuir gas natural licuado puede ser utilizada para suministrar gas a otros estados europeos. Esta es claramente la cláusula que permite que España haya reducido su objetivo de recorte significativamente hasta el 7% como ha avanzado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Pero todavía hay más posibilidades de solicitar reducciones, por ejemplo en función del nivel de reservas de gas.
Y por último, se incluye todavía otra excepción para aquellos gobiernos que se encuentren en una situación de crisis y deban usar más gas para producir electricidad, por ejemplo si Francia tiene problemas para producir nuclear. En estos casos de emergencia un país puede solicitar una suspensión temporal de la reducción.
Con todas estas excepciones, ahora la UE ya no prevé recortar el consumo de hasta 45 bcm hasta marxo de 2023, sino que la cifra queda en torno a 30 bcm, según cifras de la Comisión Europea.
Menos poder para Bruselas
En otro punto, los gobiernos también arrebatan a la Comisión el poder de activar la alerta europea. Bruselas deberá proponerlo al Consejo solo si cinco estados o más lo solicitan y después serán los gobiernos aquellos que ratifiquen o no la decisión.
El acuerdo también implica que los gobiernos actualicen sus planes de emergencia nacional acorde con este nuevo acuerdo y con la recomendación de priorizar medidas que no afecten a los consumidores protegidos, los hogares, la Sanidad y la Defensa. En su conjunto, se trata de un plan de emergencia que aplicará solo un año y no dos como preveía inicialmente la Comisión Europea. Las reservas de gas de todos los gobiernos deben estar al 80% en agosto, ahora mismo se sitúan en torno al 60% de media.