El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una nueva rebajada en el IVA aplicado a la electricidad, que pasará del 10% al 5% para intentar contener la escalada de precios en un momento en el que el tope al gas no está teniendo los efectos esperados. Se trata del segundo recorte para la luz en menos de un año, después de que en el verano del año pasado se rebajara el tipo de tributación del 21% al 10%.
El impacto sobre las arcas públicas de la medida se calcula entre los 250 y 300 millones de euros, según fuentes cercanas a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Desde el Ministerio de Hacienda subrayan lo anunciado por el presidente del Gobierno, aunque no confirman si el ahorro por la rebaja será mensual o trimestral, y declaran que se está trabajando en el Real Decreto-Ley que se llevará al consejo extraordinario del sábado.
El fracaso de la 'excepción ibérica'
Una de las causas de este giro es que el mecanismo de aplicación de la denominada excepción ibérica, que incluye una compensación para los ciclos combinados por la diferencia entre el tope y el coste del gas en el mercado ibérico (Mibgas) que abonan los consumidores que se benefician de él, no ha cumplido las expectativas y ha sido altamente criticado.
En opinión de Pedro González, director de regulación de la patronal eléctrica, será "complicado" llegar a ese objetivo de reducir entre un 15% y un 20% la factura. González, además, dejó claro que es "difícilmente predecible" cómo van a evolucionar los precios en los próximos meses, porque es "muy complicado" saber cómo el tope ibérico afectará a los futuros de la electricidad, ya que "la liquidez a largo plazo ha quedado dañada" y "el escenario es tremendamente complejo".
La patronal que agrupa a empresas como Iberdrola o Endesa advierte de que uno de los efectos colaterales de la medida ha sido disparar las exportaciones de electricidad a Francia, algo que diluye el efecto de la "excepción", porque esa demanda extra de los consumidores franceses -que no pagan la compensación a los ciclos- se tiene que cubrir recurriendo a centrales de gas. Y a mayor producción de esta fuente, más necesidad de recurrir a ciclos combinados con menor eficiencia y mayores costes.
Aelec advirtió también de que las rentas de congestión que paga la parte francesa por esas importaciones no van a ser suficientes para financiar la medida y aseguró que las exportaciones al mercado francés pueden llegar a multiplicarse por cinco en 2023, hasta alcanzar, como máximo, los 25 TWh anuales, lo que supone, aproximadamente, el 10% de la demanda de España, frente a los 5-6 TWh que Francia venía importando antes de la aprobación y aplicación del tope al gas.
A esto se le suma la gran incertidumbre sobre cuál va a ser el ritmo de vencimiento de contratos que van a tener que financiar la compensación al gas. Solo se librarán de esto aquellos plurianuales que el 31 de mayo de 2023 no hayan vencido. González no quiso adelantar si habrá un trasvase al PVPC, pero comentó la creación de "un nuevo mercado, con nuevos precios".
La medida que pedía Feijóo
La medida anunciada por Sánchez estaba incluida en el plan económico que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, presentó al presidente del Gobierno a finales de abril, dos semanas después de su reunión en La Moncloa. El portavoz popular en el Senado, Javier Maroto, ha recordado que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, rechazó la propuesta del PP para rebajar el IVA de la luz y del gas natural al 5% a comienzos de junio por considerarla "cosmética" e "insuficiente".
Desde el Ejecutivo se defienden remitiéndose a la directiva de la UE del pasado mes de abril en la que Bruselas fijaba un tipo mínimo del IVA de la luz en el 5%, mientras que la propuesta de los azules era que se aplicase un tipo superreducido, que se establece en un 4%. Paolo Gentiloni, comisario de economía de la Unión Europea, señaló que la reducción del IVA no se trataba de una solución especialmente efectiva y que esta "tiene un mal historial a la hora de traducirse en precios más bajos para los consumidores ya que la bajada de impuestos pueden verse compensados por una subida de las tarifas por parte de los proveedores".
La rebaja del IVA reducirá la presión fiscal para todos los consumidores de electricidad, tanto domésticos como empresariales, tengan el tipo de contrato que tengan. De este modo, afectará por igual al mercado libre que al regulado, consuman lo que consuman.
Eso sí, cuenta con una letra pequeña que afecta a pymes, industrias y familias con una potencia contratada superior a 10 kW, que no se podrán acoger a la rebaja en el impuesto de valor añadido de la factura de la luz. Es un aspecto que no ha cambiado frente a la anterior rebaja, que también se olvidó de esta parte de los consumidores.
Impacto recaudatorio
Según cálculos facilitados por el ministerio de Hacienda, en la comparativa frente al 21% de IVA que normalmente era aplicado a la factura de la luz, la nueva tasa del 5% supone un ahorro de unos 600 millones de euros cada trimestre. Este dato agrupa los citados entre 250 y 300 millones a los que hizo ayer alusión la ministra Ribera, la prórroga de la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad, en el 0,5% -el mínimo permitido en el entorno comunitario, frente al 5,1% habitual- y la supresión del impuesto sobre el valor de la producción eléctrica, que se llevó a cabo el mes de junio de 2021.
El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calcula que bajar el IVA de la luz al 5% tendrá un coste de entre 430 y 460 millones de euros en los próximos tres meses. El sindicato "entiende" que estas reducciones de la presión impositiva tratan de mitigar la inflación, pero consideran que por sí solas "no solucionan el problema del alza de precios" de la electricidad y vaticinan que, "si no se toman medidas adicionales", la nueva bajada del IVA "será compensada con nuevos aumentos" en el precio del kilovatio hora. El encarecimiento del precio del kilovatio desde el 26 de junio de 2021 ha absorbido los 3.838 millones del coste de las rebajas aprobadas de los impuestos sobre la electricidad.
Entre las distintas reacciones durante el día de ayer destaca la de la patronal de empresas del sector gasista, Sedigas, que ha pedido que también se reduzca este impuesto para el consumo de gas y que se haga una rebaja al impuesto sobre hidrocarburos.