
El fabricante alemán de aerogeneradores Nordex, propiedad de Acciona, registró unas pérdidas de 150,5 millones de euros en los tres primeros meses de 2022. O lo que es lo mismo, casi triplicar los números rojos de 54,7 millones de euros registrados en el mismo periodo del año pasado.
Las ventas cayeron un 25,4% hasta los 933 millones y un resultado bruto de explotación (ebitda) fue negativo, de 88,9 millones, frente al positivo de 10,4 millones del año pasado.
Estas cifras se entienden por el impacto de la guerra de Ucrania, los efectos del bloqueo de China en la economía global, la rotura en las cadenas de suministro, los elevados precios de las materias primas y el impacto en el negocio relacionados con el incidente cibernético del 31 de marzo de 2022.
"El comienzo en 2022 ha sido difícil y ciertamente se ha desarrollado de forma diferente a lo que nadie esperaba. Hay importantes interrupciones en la cadena de suministro y la situación de los costes sigue siendo volátil. Sin embargo, nuestras operaciones subyacentes siguen gestionando bien estos riesgos con un buen impulso en nuestra entrada de pedidos", explicó la compañía.
Cabe señalar, sin embargo, que las condiciones meteorológicas y el cambio de producción a otro modelo de palas, cuyo impacto está valorado en 37 millones, también repercutió negativamente en la evolución de la compañía en este periodo.
El sector en crisis
El mes pasado el consejo de administración de Nordex ya rebajó sus previsiones para este año fiscal. Espera ahora unas ventas consolidadas de entre 5.200 y 5.700 millones de euros (anteriormente: entre 5.400 y 6.000 millones de euros) y un margen operativo de entre menos 4 y 0 por ciento (frente al rango del 1 al 3,5 por ciento, excluyendo cualquier coste relacionado con el ajuste previsto de la red de producción y como resultado de los acontecimientos geopolíticos).
En los dos últimos años, fábricas de turbinas y otros componentes en Alemania, España y Dinamarca (tradicionales baluartes de la industria eólica) se han visto abocadas al cierre, se están eliminando puestos de trabajo y las inversiones en el Viejo Continente se detienen.
Nordex ha tenido que afrontar el cierre de instalaciones en Alemania y en Sagunto. En España, Siemens Energy ha lanzador una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el resto del capital que no estaba en su poder de Gamesa para poder estabilizar la compañía. La danesa Vestas anunció en mayo un nuevo recorte de sus objetivos para 2022 después de publicar unas pérdidas operativas mayores a lo esperado en el primer trimestre.