
Europa se encuentra en una situación límite para su suministro de gas natural. Según un análisis elaborado por S&P Global Platts, en estos momentos quedan nueve semanas de reservas de gas que al ritmo actual de consumo permitirían justo el suministro de las nueve semanas que quedan de invierno, gracias en parte a la oleada de buques de GNL que están llegando al continente.
Con las exportaciones rusas limitadas, S&P Platts afirma que existe un riesgo emergente de que se produzcan problemas de suministro localizados y picos de precios regionalizados en la última parte del invierno, justo en las fechas en las que los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan a un mayor riesgo de intervención militar rusa sobre Ucrania.
Según los datos de Platts Analytics y Gas Infrastructure Europe, las existencias en los mercados analizados ascendían a 36.990 millones de metros cúbicos el 23 de enero, con una retirada neta de 3.950 millones de metros cúbicos entre el 17 y el 23 de enero.
En términos de países individuales, Austria, Alemania y el Reino Unido se encuentran entre los países más vulnerables y podrían ver sus reservas totalmente agotadas antes del final del invierno. Por otro lado, a Reino Unido sólo le quedan cinco semanas de existencias si se mantiene su ritmo actual de consumo. Por contra, España cuenta con 31 semanas de suministro y se sitúa entre los países mejor preparados ante cualquier incidencia en el suministro.
En total, Europa tendría 13,45 Bcm almacenados el 31 de marzo si se repitieran los datos de consumo del invierno pasado pero, tal y como avanza el actual ritmo de consumo, esa cifra se reduciría a 4,43 Bcm por la caída de las exportaciones rusas.
Ha experimentado una oscilación media de 95,94 millones de metros cúbicos
Desde enero hasta ahora, el gasoducto de Yamal - que termina en Alemania- ha experimentado una oscilación media de 95,94 millones de metros cúbicos al día. Asimismo, las exportaciones a través de Ucrania a Eslovaquia en Velke Kapusany han sido 38,65 millones de cu m/d menos de media en el año y las previsiones realizadas por la entrada en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2 han quedado en agua de borrajas por la crisis con Ucrania.
Ante esta situación, la Comisión Europea se ha puesto a trabajar para resolver el riesgo de suministro y ha iniciado una amplia ronda de contactos para pedir apoyo internacional.
Cumbre en Washington
En primer lugar, la Comisión ha pedido colaboración a Estados Unidos y se espera que esta petición se amplíe durante las próximas semanas a una importante cantidad de países, entre otros, Australia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizaron ayer una declaración conjunta previa a la cumbre energética que ambas partes celebrarán el próximo 7 de febrero en Washington para escenificar el apoyo mutuo frente a la presión rusa sobre Ucrania y la colaboración estrecha en materia energética.
Estados Unidos se está preparando para incrementar los suministro de GNL a Europa con los que contribuir a garantizar el suministro. y ambas partes "pedimos a todos los principales países productores de energía que se unan a nosotros para garantizar que los mercados energéticos mundiales de la energía sean estables y estén bien abastecidos" aseguran en la declaración conjunta la Casa Blanca y el Berlaymont.
A corto plazo, indican, el GNL puede mejorar la seguridad del suministro
Ambos mandatarios sostienen que "Los actuales desafíos a la seguridad europea subrayan nuestro compromiso de acelerar y gestionar cuidadosamente la transición de los combustibles fósiles a la energía limpia".
A corto plazo, indican, el GNL puede mejorar la seguridad del suministro mientras seguimos facilitando la transición hacia las emisiones netas cero.
La Comisión Europea por su parte se ha comprometido a trabajar para mejorar la transparencia y el acceso a las terminales de GNL de la Unión Europea.
El objetivo es permitir un uso más eficiente
El Ejecutivo comunitario se prepara para un escenario en el que se pueden incrementar las dificultades para el abastecimiento de gas conforme avances las semanas. Por ese motivo, la comisaria de Energía, Kadri Simson, viajará el próximo 4 de febrero a la reunión ministerial del Corredor Meridional del Gas en Azerbaiyán para pedir apoyo y participará también el 7 de febrero en el Consejo de Energía UE-EE.UU que servirá para escenificar la unión entre ambas partes frente al órdago ruso.
En diciembre, la Comisión propuso ya una revisión del Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas para mejorar la coordinación entre los Estados miembros en lo que respecta al almacenamiento y se introdujo nuevas disposiciones para permitir la compra voluntaria de reservas estratégicas de gas por parte de los Estados miembros.
El objetivo es permitir un uso más eficiente de las capacidades de almacenamiento y garantizar niveles adecuados de gas.
La Comisión, tras la anterior crisis de suministro provocada por Rusia, creó un sistema de apoyo mutuo para el suministro entre países miembros. Desde entonces, el organismo regulador del gas, Entsog, realiza cada cuatro años un test de estrés sobre los niveles de seguridad de suministro en Europa.
Test de estrés
En su último análisis, realizado en mayo de 2021, dicho organismo aseguraba que la situación había mejorado gracias a la construcción de un gran gasoducto en Turquía y a la mayor presencia de otras energías. De este modo, descartó la existencia de problemas de suministro en Europa por interrupciones de suministro de hasta dos meses de duración, aunque no llegó a plantear en ningun caso una interrupción del suministro desde Rusia.
Pese a estos esfuerzos, desde Bruselas se insiste en que la única solución duradera frente a la dependencia de los combustibles fósiles y, por tanto, a la volatilidad de los precios de la energía, es completar la transición ecológica.
Simson asegura que "Las energías renovables son ya hoy, en muchos lugares, las fuentes de energía más asequibles y esa tendencia continuará a medida que se desarrolle la tecnología. Además, las energías renovables son, por regla general, locales y, por tanto, conllevan menos riesgos de seguridad de suministro".
"La transición ecológica constituye un aliciente para la recuperación económica"
El vicepresidente, Frans Timmermans, afirmó ayer en un acto de Esade que "la transición medioambiental podrá comenzar a ser efectiva si nos ponemos en marcha" ante las tensiones geopolíticas que están agravando el impacto de la recuperación post-COVID.
La solución para este complejo escenario geopolítico, según ha afirmado la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, es precisamente, "la apuesta por las energías renovables, la electrificación y la eficiencia energética". Por esta razón, "no debemos dar señales equivocadas ni a inversores, ni a consumidores, sosteniendo más tiempo tecnologías caras y contaminantes. La transición ecológica constituye un aliciente para la recuperación económica".
Nuevas sanciones
En medio de esta situación, la tensión entre las dos partes sigue creciendo y tanto Estados Unidos como la Unión Europea han reforzado las sanciones contra algunos de los principales apoyos de Rusia en Ucrania.
Según el departamento del Tesoro de Estados Unidos, Rusia ha ordenado a sus servicios de inteligencia que recluten a funcionarios actuales y antiguos del gobierno ucraniano para que se preparen para tomar el control del gobierno de Ucrania y de las infraestructuras críticas del país con una fuerza de ocupación.
En el centro de este esfuerzo están Taras Kozak y Oleh Voloshyn, dos diputados ucranianos del partido liderado por Victor Medvedchuk, que ya está sujeto a sanciones de Estados Unidos por su papel en el socavamiento de la soberanía ucraniana en 2014. Medvedchuk mantiene estrechos vínculos con el Kremlin, y participó en la dirección de estas actividades.
Kozak, que controla varios canales de noticias en Ucrania, apoyó el plan del FSB para denigrar a altos miembros del círculo íntimo del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, acusándolos de mala gestión de la pandemia del COVID-19. Además, Kozak, según indica este departamento estadounidense, "utilizó sus plataformas de noticias para amplificar las falsas narrativas en torno a las elecciones estadounidenses de 2020, propugnadas por primera vez por Andrii Leonidovych Derkach".
Kozak ha intentado legitimar las afirmaciones de Derkach retransmitiendo las falsas afirmaciones de éste sobre los candidatos políticos estadounidenses. A lo largo de 2020, Kozak trabajó junto a agentes de inteligencia del FSB.
Voloshyn, por su parte, ha trabajado con agentes rusos para socavar a los funcionarios del gobierno ucraniano y abogar en nombre de Rusia. Este diputado también trabajó con Konstantin Kilimnik, un ciudadano ruso con vínculos con la inteligencia rusa que fue sancionado por intentos de influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.
Otro de los sancionados por Estados Unidos es Volodymyr Oliynyk un antiguo funcionario ucraniano que huyó para buscar refugio en Rusia. Oliynyk reside actualmente en Moscú y y trabajó bajo la dirección del FSB para recopilar información sobre las infraestructuras críticas ucranianas.
Al igual que en anteriores incursiones rusas en Ucrania, las repetidas operaciones cibernéticas contra las infraestructuras críticas ucranianas forman parte de las tácticas híbridas de Rusia para amenazar a Ucrania.
La estrategia general está diseñada para atraer a Ucrania a la órbita de Rusia, frustrando los esfuerzos de integración occidental de Ucrania, especialmente con la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Mientras Rusia ha llevado a cabo amplias operaciones cibernéticas contra infraestructuras críticas, se ha centrado en perturbar un sector de infraestructuras críticas en particular: El sector energético de Ucrania. Rusia también ha degradado el acceso de Ucrania a los productos energéticos en pleno invierno. Actuando a través de la empresa estatal rusa de gas Gazprom, Rusia ha interrumpido repetidamente el suministro a Ucrania -un país de transbordo vital con gasoductos a otros países europeos- debido a supuestas disputas sobre el precio del gas.
Vladimir Sivkovich es el antiguo subsecretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania. En 2021, Sivkovich trabajó con una red de agentes de la inteligencia rusa para llevar a cabo operaciones de influencia que intentaban conseguir apoyo para que Ucrania cediera oficialmente Crimea a Rusia a cambio de una retirada de las fuerzas apoyadas por Rusia en el Donbás, donde los separatistas siguen recibiendo apoyo de Rusia. A principios de 2020, Sivkovich se coordinó con los servicios de inteligencia rusos para promover la campaña de desinformación de Derkach contra las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos. Sivkovich, que tiene vínculos con el FSB, también apoyó una operación de influencia dirigida a Estados Unidos entre 2019 y 2020.
La Unión Europea, por su parte, mantiene también sanciones contra 185 personas y 48 entidades que se prolongarán, al menos, hasta el 15 de marzo.