Energía

Repsol gana 1.235 millones en el primer semestre tras las pérdidas de 2020

  • La mejora de precios del brent y del Henry hub impulsan las cuentas

Repsol obtuvo un resultado neto de 1.235 millones de euros en el primer semestre de 2021 frente a las pérdidas de 2.484 millones del mismo periodo del año anterior.

El área de Exploración y Producción alcanzó un resultado de 678 millones, frente a las pérdidas de 51 millones registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior y a los 646 millones de euros de enero-junio de 2019.

La flexibilidad del negocio, el foco en la eficiencia, la optimización de las operaciones y la reducción de costes permitieron sacar el mayor partido posible de la subida de los precios medios de los hidrocarburos respecto al mismo periodo de 2020, que fue de un 62% en el caso del crudo Brent y de un 56% en el del gas Henry Hub. La producción media ascendió a 599.300 barriles equivalentes de petróleo al día.

En lo que se refiere a la exploración, la compañía continuó aumentando su exitoso bagaje con un nuevo descubrimiento en Bolivia, en el pozo Boicobo Sur-X-1ST, en el que halló volúmenes de hidrocarburos que constituyen alrededor de 1 TCF de recursos.

Durante el semestre, la compañía firmó la venta de sus activos de Exploración y Producción en Malasia y del bloque 46 CN, en Vietnam. Además, alcanzó un acuerdo y completó la venta de su participación en la joint venture Arog, en Rusia. Ambas operaciones, junto con el cese de la producción de petróleo en España y el fin de la actividad exploratoria en varios países, también llevados a cabo en los primeros seis meses del ejercicio, se enmarcan en el Plan Estratégico 2021-2025, que pone foco en áreas geográficas donde Repsol cuenta con mayores ventajas competitivas, concentrando su presencia en 14 países y priorizando el valor sobre el volumen.

El área Industrial obtuvo un resultado de 239 millones de euros en el primer semestre del año, frente a los 296 millones del mismo periodo de 2020. El área se está viendo afectada por la pandemia y por la transición energética, que va a exigir importantes proyectos e inversiones en los próximos años para alcanzar los objetivos de transformación y descarbonización definidos por Repsol. La compañía continuó trabajando en este sentido en sus complejos industriales, que llevaron a cabo paradas para adecuar sus operaciones en un entorno de bajos márgenes, que lastraron al negocio de Refino.

Por su parte, el negocio de Química vivió una situación opuesta, con un desempeño excelente impulsado por una sólida demanda y unos fuertes márgenes internacionales, que llegaron a tocar máximos históricos en el segundo trimestre del año. El negocio continuó su apuesta por una química eficiente, con productos de menor huella de carbono, alto valor añadido y orientados a la economía circular. En este sentido, reforzó su gama de materiales avanzados para impresión 3D, desarrolló nuevos materiales circulares y soluciones para la industria alimentaria, y presentó relevantes inversiones en proyectos del ámbito químico.

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