Repsol ha logrado en el primer trimestre un resultado neto de 648 millones de euros, apoyado en las medidas adoptadas para afrontar la crisis del covid.
El resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, se situó en 471 millones de euros, un 5,4% por encima del periodo equivalente de 2020 y con un destacado comportamiento de las áreas de Exploración y Producción y de Química.
La compañía supera así ampliamente las previsiones del consenso de analistas de Bloomberg que espera un resultado de 359,87 millones de euros.
Según las cuentas presentadas por la petrolera, todos los negocios obtuvieron un flujo de caja operativo positivo, que para el conjunto del Grupo ascendió a un total de 1.030 millones de euros, y un flujo de caja libre también positivo, que sumó un total de 507 millones.
Repsol redujo además en 326 millones de euros su deuda neta en los tres primeros meses del año, un 5%, hasta situarla en 6.452 millones. Por su parte, la liquidez alcanzó los 8.456 millones de euros, lo que representa 2,93 veces los vencimientos a corto plazo. Adicionalmente, con el objetivo de reforzar su posición financiera, la compañía cerró en marzo una emisión de bonos subordinados por un importe de 750 millones de euros.
Repsol cuenta con un portafolio de 31 proyectos, con una inversión total asociada de 6.359 millones de euros, en el marco de las convocatorias de manifestaciones de interés para los fondos europeos Next Generation llevadas a cabo por el Gobierno. Estos proyectos combinan tecnología, descarbonización y economía circular, creación de empleo de calidad y equilibrio territorial: ocho son de hidrógeno renovable, nueve de economía circular, cuatro de generación renovable y almacenamiento, ocho de energía distribuida y movilidad eléctrica, uno que aborda la transformación digital en el ámbito industrial y el último que se centra en la transformación de la cadena de valor energética mediante Inteligencia artificial y economía del dato.