
La refinería de BP en Castellón, el mayor consumidor actualmente de hidrógeno de toda la Comunidad Valenciana, se ha unido a Iberdrola y Enagás para estudiar la viabilidad de arrancar una planta de producción de hidrógeno verde para sustituir al que utiliza actualmente.
El plan contempla la construcción inicial de un electrolizador de 20 megavatios (MW) para la generación de hidrógeno verde en los terrenos propiedad de BP en el polígono industrial El Serrallo donde se encuentra su única refinería en España.
Según sus promotores, el electrolizador podría empezar a operar en 2023, con una inversión aproximada de 90 millones de euros. Además la intención sería en fases posteriores, poder ampliar la la capacidad de electrólisis hasta 115 MW, convirtiéndose en el mayor proyecto de generación de hidrógeno verde en el sector de refino en España y el más ambicioso de la Comunidad Valenciana.
Además del electrolizador, el proyecto podría incentivar una inversión adicional estimada de alrededor de 70 millones de euros en nuevas instalaciones de energía renovable, según los socios del proyecto. La intención es que esa planta funcione con energía renovable producida, entre otras fuentes de generación, por una planta fotovoltaica de 40 MW.
Precisamente Iberdrola cuenta junto a la refinería con dos ciclos combinados y también ha desarrollado una planta solar fotovoltaica que aprovecha las redes ya existentes en esa zona.
La refinería de BP en Castellón es el mayor productor y consumidor de hidrógeno de la Comunidad Valenciana. Este nuevo proyecto permitiría reemplazar el hidrógeno gris, que la refinería utiliza en sus procesos para producir biocombustibles, por hidrógeno verde. De este modo, las emisiones de CO2 se reducirían hasta 24.000 toneladas al año, contribuyendo así a su descarbonización.
Actualmente, el complejo de BP en Castellón es la instalación industrial con mayores emisiones de gases de efectos contaminantes de la región, con lo que su reducción supondría un importante avance en este campo.
El proyecto también contempla explorar usos adicionales de valor añadido para el hidrógeno verde producido, como su suministro al sector del transporte pesado y la contribución a la descarbonización de otras industrias de alto consumo energético de la zona.