
Naturgy sigue estrechando el cerco a Egipto. La gasista española va, poco a poco, acercándose al objetivo de poder cobrar los 2.180 millones de euros que les adeudan a ellos y a la petrolera italiana Eni por el conflicto en la regasficadora de Damietta.
La compañía, según ha podido saber elEconomista de fuentes jurídicas, ha logrado una nueva victoria al conseguir la homologación del laudo dictado por el Centro de Disputas del Banco Mundial (Ciadi) ante los tribunales holandeses.
Con este paso, la compañía ya cuenta con la homologación de la UK High Court of Justice y de la holandesa. El Supremo británico aceptó hace dos meses que la compañía pudiera iniciar la ejecución del embargo en Reino Unido, lo que permitió poner en marcha un sistema de apoyo legal existente con los jueces estadounidenses para extender el acceso a los documentos antes de la homologación del laudo en dicha jurisdicción y abriendo la puerta indirectamente al embargo de los bienes del país también en Estados Unidos.
La estrategia de Naturgy consiste en pedir el discovery a todos los asesores de Egipto y embargar sus retribuciones, aunque sean cantidades pequeñas, de modo que acabe agotando la paciencia de estas entidades y generándole al país en la práctica enormes dificultades para emitir deuda hasta el punto de que se pueda llegar a bloquear.
Justo en este punto es donde radica la importancia de la homologación del laudo en Holanda, ya que las emisiones de deuda tienen un peso considerable en dicha jurisdicción y pueden contribuir a este plan de estrangulación.
La energética española, no obstante, se ha mostrado siempre dispuesta a encontrar una solución negociada con Egipto, pero tras la ruptura a finales de abril del acuerdo alcanzado el pasado mes de febrero, la cuerda se ha vuelto a tensar entre las partes.
Un activo que crece en valor
Fuentes consultadas por este diario aseguran que la española se encuentra cómoda en esta situación, puesto que el laudo dictado por el Banco Mundial es un activo que no se devalúa, sino que va incrementándose con los intereses con el paso del tiempo.
El laudo contra Egipto es ejecutivo desde enero de este año. El Banco Mundial pidió al Gobierno de este país que cumpliera una serie de requisitos para suspender su aplicación mientras analizaba el recurso de nulidad que el país tiene presentado en el propio Ciadi, pero Egipto no cumplió con ninguno de los dos requisitos que le habían impuesto: otorgar una garantía bancaria por los intereses que se generaran de unos 200 o 300 millones y una carta del ministro de Finanzas egipcio en la que se dijera que si finalmente se ratificaba el laudo se comprometían a cumplir inmediatamente con el pago.
Tras este incumplimiento, en la primera semana de enero del año pasado se reconoció el derecho a continuar con la ejecución.