
Cepsa acaba de iniciar un plan de eficiencia para reducir los cotes. Para ello, la petrolera ha puesto sobre la mesa un programa de suspensión de empleo voluntario, es decir, que se debe aceptar por ambas partes con la intención de prejubilar a 150 empleados.
Este programa consiste, según adelanta sanropolis, en un acuerdo con el trabajador para la suspensión individual de empleo durante tres años, con prorroga automática, al que pueden acceder de manera voluntaria las personas mayores de 55 años o que los cumplan hasta acabar el año. Si bien estará abierto a toda la compañía, en estos momentos se ha focalizado en Madrid y delegaciones comerciales.
Las condiciones de estas salidas incluyen el mantenimiento de un nivel de renta equivalente al 75% de devengos fijos anuales y de la retribución variable calculada con una evaluación del 70%, acreditados al inicio de la suspensión de la relación laboral.
Además, se mantendría hasta la jubilación ordinaria las aportaciones a planes de pensiones y las coberturas de los seguros de prestación definida para contingencias de riesgo. El empleado y la empresa podrían solicitar el reingreso.