La banca vigila desde hace unos meses muy de cerca la situación por la que atraviesa el sector del comercio en nuestro país. Las entidades están detectando problemas serios de pago de deudas y un incremento en los concursos de acreedores y cierres de estas compañías.
Según destacan fuentes del sector bancario, el comercio se ha convertido en un segmento de preocupación por el gran número de firmas que lo componen, muchas de ellas de pequeño tamaño, y por el volumen de préstamos que aún tiene pendiente de abonar.
Los datos del Banco de España confirman los temores de las entidades. En los dos últimos trimestres, las empresas dedicadas a la venta de bienes al por menor han elevado su morosidad, siendo el único sector industrial que acumula subidas de impagos. De momento, el agujero no es muy significativo, pero las causas principales que están detrás de este crecimiento de las insolvencias aventuran que la tendencia continuará y podría generar un problema de magnitud significativa.
Entre septiembre de 2018 y marzo de 2019, los préstamos de dudoso cobro del comercio se han incrementado en 400 millones de euros, es decir, un 6,1%, situando el montante en 6.900 millones. De esta manera, la tasa de mora de las empresas vinculadas a la distribución y venta de bienes ha escalado hasta el 8,83% del total de la financiación bancaria que acumulan (78.200 millones). El repunte, además, rompe una tendencia bajista en insolvencias iniciada en 2014, cuando los morosos ascendieron a casi 11.000 millones. Solo en un trimestre de 2015 y en otro de 2017 se elevaron de manera puntual.
Fuentes financieras destacan que entre las causas de este ascenso y de sus temores se encuentran la falta de confianza de los consumidores, que ha bajado por las peores perspectivas económicas y la incertidumbre política, y el cambio cultural de los ciudadanos a la hora de realizar las compras. Los canales digitales de gigantes de Internet y plataformas especializadas están propiciando una caída de las ventas en el comercio tradicional, que está provocando una cada vez menor capacidad de pago de estos establecimientos. Las mismas fuentes ponen como ejemplo las dificultades por las que están atravesando Dia o El Corte Inglés.
Otro ejemplo es que en un tercio de los centros comerciales se acumulan ratios del 20% de desocupación de los locales, según un estudio realizado por la consultora Locatus.
El otro foco de atención que están teniendo los bancos por el alza de la morosidad se encuentra, precisamente, en los créditos al consumo de las familias, una actividad muy ligada al comercio. El Banco de España lleva tiempo advirtiendo de las consecuencias de la subida de impagos después del boom que han experimentado estos préstamos en los últimos años y que, en ocasiones, se han concedido sin los controles adecuados por parte del sector financiero para conseguir una mayor rentabilidad a corto plazo. Por ello, el organismo supervisor está instando a fijar unos criterios más estrictos a la hora de vender este tipo de financiación.
Reducción en el 'ladrillo'
La morosidad en el comercio es la segunda más alta de todos los segmentos de actividad y se sitúa cerca de los niveles del inmobiliario, el gran estrago para las entidades desde el comienzo de la crisis. La banca, poco a poco, ha ido desaguando las ingentes carteras de préstamos impagados a través de ventas en el mercado institucional con importantes pérdidas y han ido canjeando estas deudas por inmuebles -que también han ido colocando a terceros-. Los créditos de dudoso cobro de las inmobiliarias se limita ya a los 7.582 millones, un cifra que contrasta con los más de 67.000 millones de 2013, una vez hecha la transferencia de activos de las cajas rescatadas a la Sareb o banco malo. La tasa de mora de este sector se situó a finales del mes de abril en el 8,6%, un nivel inferior al del comercio.
El conjunto de las empresas de nuestro país tienen contraída una deuda con las entidades financieras de 544.000 millones de euros, una cifra que es un 24,4% inferior a la de 2013, cuando se inició la recuperación económica. De este volumen, 36.148 millones están en situación de morosidad, es decir, un 6,6% del total. Los impagos se han ido reduciendo, sustancialmente por la disminución del inmobiliario, ya que en 2013 sumaban más de 146.000 millones. Entonces suponían un 20% de la financiación global que tenían las compañías.
Pese al repunte de la morosidad, las ventas del comercio minorista aumentaron en España un 3,1% el pasado mes mayo respecto al mismo mes de 2018, lo que significa 1,2 puntos por encima a la registrada además en abril y la más alta desde el pasado mes de octubre, según los datos publicados el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el dato de mayo, la facturación del comercio minorista encadena así ocho meses consecutivos de incrementos interanuales. Eliminados los efectos estacionales y de calendario, la facturación de este sector se incrementó un 2,4% en el quinto mes del año, tasa 1,1 puntos superior a la registrada en abril.
Según embargo, no todo son buenas noticias. Tal y como publicó elEconomista el pasado jueves, los grandes centros comerciales están sufriendo una importante caída de las ventas y de acuerdo con un informe elaborado por la consultora Locatus, el 17% de los locales está cerrado.
Y lo peor es que la desocupación supera incluso el 20% en un tercio de los mismos. La firma advierte, en este sentido, que "la situación es preocupante para un sector que, en otro tiempo, lideraba el comercio minorista en España". No obstante, existe una gran diferencia entre las distintas comunidades autónomas.
Locales vacíos
En Murcia, por ejemplo, un 34%, lo que indica que uno de cada tres locales está vacío. Pero es que no es una excepción, porque en Asturias ese porcentaje se eleva hasta el 27% y en Castilla-La Mancha al 26%.
En las comunidades autónomas con mayor desarrollo de centros comerciales, los datos de Locatus revelan que la tasa de desocupación varía de diferente manera. En Madrid, se encuentra así en el 17%, en la media del sector en España; en Valencia, en el 15%, y en Cataluña, en el 11%. Esto indica, según Locatus, que la política restrictiva en Cataluña en la apertura de nuevos centros comerciales se ve reflejado al final en las cifras.
Para John Van Haaren, consejero delegado de Locatus en España, "obviamente, los cambios profundos que vive el sector de la distribución afectan también a los centros comerciales", golpeados igualmente por la morosidad.