
Meliá Hotels International obtuvo un beneficio neto de 11,5 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un 23,4% menos frente a unas ganancias de 15 millones en el mismo periodo en 2018 atribuidas a la sociedad dominante con la nueva norma contable.
La cadena mallorquina atribuye este descenso de sus ganancias fundamentalmente al efecto Pascua especialmente en el segmento vacacional, y fundamentalmente en Canarias, frente a la tendencia positiva los hoteles urbanos en España, y a algunos impactos coyunturales en América, que explican también el retroceso en su resultado de explotación.
La cifra de negocio alcanzó los 393 millones de euros, un 2% menos con respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. El ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) cayó un 2,5% atribuible al descenso de la ocupación en el segmento vacacional.
De enero a marzo, el beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó en 93,1 millones de euros, con un descenso del 4,5%, mientras que el resultado neto de explotación (ebit) fue de 29,8 millones de euros, un 24,2% menos que hace un año.
Los gastos de explotación totales cayeron un 1,1% en el primer trimestre del año por el impacto negativo resultante de la evolución de los tipos de cambio de y unos ahorros de 12,8 millones de euros debido a la caída en los gastos de explotación totales por las menores tasas de ocupación.