
El vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre 2008 y 2012, Fernando Restoy, ha reconocido que Bankia salió a bolsa en una situación inestable. Restoy ha comparecido hoy en el juicio por el estreno bursátil del banco el 20 julio de 2011 en calidad de testigo y desde Suiza, sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI) donde ocupa la presidencia del Financial Stability Institute (FSI) desde 2016.
El exvicepresidente del organismo regulador aseveró que la circunstancia de salida a bolsa de Bankia no era la mejor porque había incertidumbre en los mercados. "Se tuvo celo en intentar que la entidad trasladara al folleto los riesgos relevantes y que, efectivamente, al final se materializaron", explicó.
A su juicio, el hecho de que estos riesgos posteriormente se dieran puso de manifestó que fue un acierto que Bankia saliera al mercado por un precio inferior, en referencia al descuento del 75% del precio de la acción con el que el banco salió a bolsa, al pasar de 15 euros a 3,75 euros. "Naturalmente, el conjunto de riesgos puede tener impacto en precio de la acción. El folleto debe tener una influencia en el inversor y en el precio de la transacción", dijo.
Restoy explicó que la situación de la entidad en la salida a bolsa "era todavía inestable" porque era un banco de nueva creación y la circunstancia económica no era la mejor. No obstante, recordó que las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticaban una salida de la recesión en 2011, aunque después se corrigió "de forma abrupta" reflejando un crecimiento negativo para ese ejercicio. Según el exvicepresidente de la CNMV, la situación económica cambió rotundamente a partir de la salida a bolsa de la entidad porque en ese momento no había una imagen clara de la contracción de la economía ni de la crisis financiera de 2012. "La información que disponía la CNMV reflejaba una cierta confianza en el éxito de la operación. Había elementos de incertidumbre que afectaron al precio, pero no había informes cualificados que reflejaran una señal de que el recorrido de la entidad iba a sufrir una depreciación", explicó.
Restoy aseguró que el folleto de Bankia informaba de muchos riesgos que al final se dieron como la posibilidad de una nacionalización de la entidad, el deterioro del valor de la misma, el riesgo de reestructuración del negocio de banca seguros, el empeoramiento del acceso a la financiación mayorista o la pérdida de confianza de los mercados en el sector financiero español. "Estos riesgos estaban en el folleto, si eran muchos o pocos es complicado de decir, lo que la CNMV no iba a pedir era reducir la información de los mismos", espetó. Precisamente, el exsubgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, reconoció ayer que el organismo era consciente de que la entidad podría sufrir problemas en la salida a bolsa.
Cuentas del banco
Por otro lado, el segundo responsable del regulador de los mercados en la fecha remarcó que la CNMV no tenía competencia en la decisión de que las cajas que integraron el SIP (fusión fría) que conformaron Bankia cargaran pérdidas contra reservas. "Lo que se verificó es que cualquier cosa que hicieran las cajas contara con el respaldo del Banco de España", dijo. Asismismo, apuntó que el organismo no tuvo constancia en ningún momento de los debates internos que se vivieron en la institución que entonces encabezaba Miguel Ángel Fernández Ordóñez sobre la situación de Bankia.
Según Restoy, la CNMV no tenía competencias para verificar si la información contable de la entidad reflejaba la imagen fiel de la misma ni si la entidad contaba con las provisiones adecuadas para afrontar los futuros riesgos. "Las competencias de materia contable no incluye la valoración de activos ni si las provisiones son las adecuadas, no es competencia de la CNMV", insistió. El exvicepresidente del organismo aseguró que el papel de la institución era verificar que la información que contenía el folleto de salida a bolsa tenía información suficiente para que los accionistas conocieran la situación de la entidad para tomar una decisión sólida sobre si acudir a la oferta.