Empresas y finanzas

Maryland atrae a los grupos españoles para su macrocontrato de autopistas

  • ACS y Abertis, Ferrovial, Globalvia, Roadis y FCC se interesan por el proyecto

Las grandes empresas de infraestructuras de España tienen en el punto de mira uno de los principales proyectos viarios del mundo que se lanzará en las próximas semanas, la ampliación de la autopista I-495, en Maryland (Estados Unidos). ACS, Abertis, FCC, Ferrovial, Globalvia y Roadis están analizando su participación en el concurso, cuyo valor, a falta de definir completamente su alcance, se estima en alrededor de 3.000 millones de euros, según indican fuentes del mercado.

El proyecto consiste en implantar en la actual autopista, en su conexión con la I-95, el modelo conocido como managed lanes. Son contratos que incluyen el mantenimiento y remodelación de los carriles que ya existen en ambas vías, que siguen siendo gratuitos, y la construcción de carriles adicionales, de peaje electrónico y sin barreras, con tarifas variables que dependen de la congestión en el corredor. Ferrovial, a través de Cintra, es uno de los mayores promotores de este sistema, con tres autopistas en operación en Texas (LBJ, NTE y NTE 35 W) y dos en construcción en Virginia (I-66) y Carolina del Norte (I-77).

Un total de 27 empresas y fondos de inversión solicitaron en su momento la información inicial del proyecto de la I-495 de Maryland, que se erige en el primero bajo el modelo de managed lanes que quiere poner en marcha el Estado. Implica a la circunvalación de Washington, conocida como Capital Beltway, entre los condados de Montgomery y Prince George. El objetivo es reducir la congestión del tráfico, que en la actualidad supera los 200.000 vehículos diarios y las expectativas es que aumente en 2035 hasta el entorno de los 285.000.

Seis empresas españolas han mostrado interés en este proyecto y varias de ellas se hallan en este momento en negociaciones para la formación de consorcios. ACS, la mayor constructora internacional en Estados Unidos, podría concurrir junto con Abertis, adquirida el año pasado junto con la italiana Atlantia. La concesionaria que dirige José Aljaro tiene desde hace años el reto de entrar en el mercado estadounidense.

También Ferrovial está muy interesada. La compañía tiene en marcha la venta de su división de servicios que le aportará solvencia financiera para poder acometer iniciativas de envergadura, tanto en el área de autopistas como de aeropuertos. Mientras, Globalvia y Roadis llevan meses negociando con constructoras y fondos para forjar alianzas. La primera explota la autopista Pocahontas Parkway y la segunda acordó la resolución de la I-69, en Indiana, hace dos años por los incumplimientos del contratista, Isolux. En su caso, uno de los obstáculos es la falta de referencias en el país que exige el Departamento de Transportes de Maryland.

Otros proyectos

Mientras, FCC se halla igualmente pendiente de este proceso, con el que podría intentar su entrada en concesiones de infraestructuras de transporte en Estados Unidos.

Otros grupos interesados son el francés Vinci, los estadounidenses Fluor, Lane y Halmar, la israelí Shikun Binui, y los australianos Transurban y Plenary, y fondos como el galo Meridiam, el canadiense Fengate, los británicos InfraRed y John Laing, el australiano Macquarie y los estadounidenses PFM Financial Advisors y BMO Capital Markets, entre otros.

Estas firmas también están atentas a otros proyectos de managed lanes que Maryland tiene previsto licitar en los próximos meses, como el dela I-270. También tiene en estudio otras iniciativas en la I-95 y en la I-695, en la circunvalación de Baltimore. Se trata de contratos que podrían sumar en conjunto más de 8.000 millones de euros.

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