Empresas y finanzas

Nueva guerra entre las eléctricas por el futuro de Almaraz

  • Endesa pospone la decisión final del cierre hasta el día 19 de marzo
  • La eléctrica pretende que se amplíe el periodo de cierre de Almaraz
Central nuclear de Almaraz
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Endesa vuelve a chocar con Ibedrola y Naturgy por el futuro de las centrales nucleares en España. La eléctrica ha abierto una brecha en el acuerdo tras negarse a ratificar el acuerdo planteado por Iberdrola y Naturgy que exigían ligar la ampliación de la licencia de la planta a las condiciones económicas de la misma, es decir, inversión necesaria, fiscalidad y precios de mercado.

El choque se produce pese a que a primera hora de la mañana, la eléctrica ratificó, tal y como había anunciado, el protocolo ya sellado por Enresa con Iberdrola y Naturgy para fijar un calendario de cierre de las centrales, una vez que su consejo ratificó ayer la decisión.

La compañía considera este documento un acuerdo de mínimos y, por ese motivo, no descarta ir a un mayor plazo de vida en las plantas y asegura, según fuentes consultadas, que todavía es posible que la central de Almaraz pueda llegar a los diez años de vida.

Por contra, tanto Iberdrola como Naturgy habrían intentado condicionar la petición de renovación de licencia a la situación económica de la planta, un extremo que nada tiene que ver con la seguridad que es el asunto en el que se centra el protocolo.

Por ese motivo, la eléctrica que dirige José Bogas, se negó posteriormente a firmar el acuerdo para prolongar la vida de la central nuclear extremeña en la Asamblea de propietarios celebrada posteriormente y habría emplazado la decisión a una próxima reunión fijada para el 19 de marzo, ya que la intención de la compañía es que la vida de esta planta pueda alargarse diez años. No obstante, en estos momentos, la reunión sigue y se trata de buscar un acuerdo.

No será definitivo

Endesa ha ratificado lo que considera como un plazo mínimo de funcionamiento de acuerdo con el Plan Nacional de Energía y Clima pero que no debe considerarse como una medida definitiva, escrita en piedra, sino como una guía que deberá revisarse en función de la situación del sistema eléctrico, tal y como se hará con la evolución del propio plan.

La eléctrica portuguesa EDP también ratificó también el acuerdo puesto que cuenta también con una participación minoritaria en Trillo.

Iberdrola y Naturgy, por su parte, firmaron el pasado miércoles con Enresa el protocolo propuesto en el que se marca una vida para las centrales nucleares de entre 45,5 y 46 años frente a los 40 años a los que se aspiraba de vida en un principio, un extremo que resulta beneficioso para la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán puesto que tendrá completamente amortizadas estas plantas, lo que puede suponer un impacto positivo de 100 millones para la compañía, según las cuentas realizadas por Royal Bank of Canada (RBC).

Endesa considera que de aprobarse esta medida sus cuentas tampoco se verán afectadas ya que las centrales se acercarán mucho más a los 50 años de vida a los que amortiza estas plantas y dependerá de la situación existente en el mercado y de los informes que en esos momentos tendrá que realizar Red Eléctrica la decisión definitiva o no del cierre de las mismas.

Según la propuesta firmada por las eléctricas, las central nuclear de Almaraz aprobará en su próxima reunión del día 12 de marzo solicitar una prórroga por 7,4 años para el grupo I y por 8,3 años para el grupo II, lo que permitirá alcanzar una vida a esta planta de 45 años.

La planta más antigua

La central de Trillo se convertirá en la planta más longeva, ya que se puso en operación en 1988 y podrá cerrar en 2035, es decir, un total de 47 años de funcionamiento. La central nuclear de Ascó y la de Cofrentes afrontarían su cierre en 2030, el grupo II de Ascó en 2032, Vandellós II en 2035.

La decisión de prolongar la vida de las centrales nucleares a un umbral de 46 años supone un menor hueco térmico para las centrales de ciclo combinado de gas que podrían beneficiarse de esta menor capacidad de respaldo.

Con la propuesta planteada por Enresa, el incremento de la tasa nuclear será de apenas el 20% y no del doble como podría haberse planteado en un escenario de cierre. Así, finalmente, parece que Endesa e Iberdrola han pactado el cierre de tres centrales nucleares antes de 2030, como ya indicó elEconomista en agosto.

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