Empresas y finanzas

Los reguladores bursátiles de España y EEUU investigaron a Fridman, el inversor ruso de Dia

  • El proceso acabó en una condena de 700 millones por el pago de sobornos

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya ha investigado en el pasado a Mikjail Fridman, el inversor ruso que controla el 29% de Dia y que ha lanzado una opa sobre la compañía a 0,67 euros por acción.

De acuerdo con el informe realizado por las unidades de Delincuencia Económica y Fiscal (UCDEF) y de Delincuencia Especializada y Violenta (UCDEV) de la Policía Nacional, el supervisor español "ha colaborado con el regulador del mercado de Estados Unidos, SEC (Securities and Exchange Commission) , en la investigación sobre VimpelCom" que derivó en el mes de febrero del año 2016 con una sanción a dicha compañía de 795 millones de dólares (700 millones de euros).

La sociedad, controlada por Fridman, fue acusada del pago de sobornos a funcionarios del Gobierno de Uzbekistán para lograr licencias de actividad. El fundador de LetterOne es el accionista mayoritario de VimpelCom -cambió su nombre por el de Veon - con un 47,85% del capital a través de Altimo, una firma subsidiaria de LetterOne Holdings, tal y como recoge Bloomberg.

Según la Policía española, se pagaron "sobornos por valor de 114 millones de dólares entre los años 2006 y 2012 para acceder a un negocio de telecomunicaciones que generó ingresos por importe de 2.500 millones de dólares, camuflados a través de contratos ficticios y contribuciones caritativas". En el informe se explica que "las autoridades de los Estados Unidos, los Países Bajos, Suiza y Noruega han cooperado en la investigación de los pagos, que se consideraron ampliamente sobornos".

El pasado 25 de febrero Sebastián Albella, presidente de la CNMV, reconoció ya "estar prestando la máxima atención" a la situación crítica por la que atraviesa Dia "en todos sus ámbitos y derivaciones", entre ellos, la investigación que ha llevado a cabo la Fiscalía Anticorrupción, en la que se señalaba a Fridman en "la cúspide de una organización criminal", como contó el lunes de la semana pasada elEconomista. "Esta información forma parte de los elementos que debemos tener en cuenta", aunque "ahora no puedo anticipar nada de los análisis" que están llevando a cabo desde el organismo regulador, aseguró Albella.

"La situación de Dia es una de las que están generando la mayor atención por nuestra parte desde todos los puntos de vista. También les digo que es una situación que desde nuestra perspectiva vemos hasta cierto punto con normalidad. Todo lo que haya en relación con el asunto son ingredientes que tendremos en cuenta a la hora de valorar" lo que está sucediendo, concluyó Albella. Hace semanas, la CNMV reconoció ya, sin embargo, no haber encontrado irregularidades que se hayan producido en el desplome de la acción.

El fiscal anticorrupción José Gruinda, que investigó a Fridman, concluyó, sin embargo, que el inversor lidera una red especializada en provocar la quiebra de empresas para quedárselas después a precio de saldo. "Se evidencian elementos incriminatorios no solo a los delitos de amenazas y vulneración de la intimidad, sino también con relación a un delito de insolvencia punible cometido por una organización criminal, cuya cúspide es Mikjail Fridman", aseguró en un informe.

Todo a raíz de una investigación abierta tras la quiebra de Zed, una multinacional española de servicios digitales en la que, al igual que ocurre ahora con Dia, también desembarcó el magnate ruso. En el mencionado informe se hace alusión al "precio irrisorio por el que el entramado criminal pretende llevarse toda la estructura (...) y más teniendo en cuenta que el problema que sufre (la compañía) no es que el negocio no funcione, si no que el bloqueo total es el que ha propiciado la ausencia de liquidez".

El objetivo es que sea el Departamento de Justicia de Estados Unidos el que asuma la instrucción de la causa, dado que se trata de un proceso mucho mayor. El FBI lleva ya varios años investigando a Fridman y su conglomerado empresarial por posibles delitos de blanqueo de capitales, pago de sobornos y constitución de una organización criminal.

A 17 días de la junta

El próximo 20 de marzo Dia celebrará previsiblemente -en segunda convocatoria- su Junta anual de Accionistas en la que se pondrán sobre la mesa las dos alternativas sobre el futuro de la compañía que plantean, por un lado, el consejo de administración, y por otro, LetterOne, que decidió que su propuesta se incluyera también en el orden del día. Se trata de una ampliación de capital de 500 millones de euros -muy dilutiva para el accionista, ya que reduce el nominal de 0,1 a 0,01 euros por acción- frente a otra, de 600 millones, condicionada a que salga adelante la opa.

Pero lo cierto es que ambas partes están condenadas a entenderse para evitar que Dia incurra en un concurso de acreedores en el más que previsible escenario de que no salga adelante la ampliación de capital. El lanzamiento de la opa por parte de Fridman es, de facto, un bloqueo real para que los directivos de Dia puedan buscar otras alternativas, ya que deben cumplir con el deber de pasividad que exigen este tipo de operaciones. Por tanto, sólo LetterOne o la banca -más que improbable- pueden conceder un préstamo puente por 100 millones de euros para evitar la quiebra de la firma.

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