
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ganó un 4% más el ejercicio pasado, hasta los 11,01 millones de euros, según comunicó ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su informe anual de 2018. La máxima ejecutiva del primer grupo financiero del país cobró un salario fijo de 3,17 millones de euros y, 5,96 millones en variable. A la cifra, hay que sumarle los 1,23 millones que ingresó por la remuneración por sistemas de ahorro y otros 636.000 euros por otros conceptos.
Concretamente, el banco decidió en 2018 reducir las dotaciones a los planes de pensiones de los consejeros ejecutivos (Ana Botín y José Antonio Álvarez, consejero delegado) y, a la par, aumentar la remuneración fija y otros conceptos, de manera que esta variación en los componentes de la remuneración es neutra en el total. Así, la presidenta del banco percibió por este concepto 525.000 euros más el ejercicio pasado y Álvarez, 750.000 euros.
Por su parte, el consejero delegado de la entidad, y desde el pasado 1 de enero, también vicepresidente del consejo de administración, en sustitución de Rodrigo Echenique, ganó 9 millones de euros en 2018, lo que supone un 1% más. De esta cantidad, su sueldo fijo se situó en 2,54 millones de euros. Estos incrementos se producen en un año en el que el beneficio aumentó un 18%, hasta los 7.810 millones de euros, y el dividendo por acción, un 4,5%, pasando de 22 a 23 céntimos.
La mayor subida del salario fue la de Rodrigo Echenique, vicepresidente del grupo y hasta diciembre, también presidente de Santander España, que cobró 5,09 millones de euros, casi un 2% más que un año antes, por las mayores competencias asumidas en la integración del Banco Popular, tras su compra en junio de 2017.
Por otra parte, el grupo ha decidido congelar el sueldo fijo de Ana Botín y José Antonio Álvarez para este año. En 2020 y 2021, con respecto al año anterior, podrán aumentar esta retribución fija en un máximo del 5%.
Baile de cargos
Rodrigo Echenique anunció el pasado verano que se retiraba de sus cargos ejecutivos del grupo a partir del 31 de diciembre de 2018. No obstante, el fichaje frustrado como consejero delegado del italiano Andrea Orcel, banquero procedente del banco de inversión UBS en Londres, ha extendido el mandato del vicepresidente ejecutivo, inicialmente hasta finales de marzo, aunque se desconoce aún si esta fecha volverá a prorrogarse.
Botín ratificó el pasado 30 de enero, en la presentación de los resultados anales del banco, a Álvarez como consejero delegado de la entidad de forma indefinida. La presidenta aseguró que el ejecutivo "es un buen soldado" que, al igual que ella, "siempre hacemos lo que nos toca". El grupo busca, mientras tanto, un perfil para ocupar la presidencia de Santander España, vacante con el paso atrás de Echenique.