
Cuatro miembros del Gobierno holandés planearon en total secreto y desde agosto de 2017 la intervención del Estado en el grupo aeronáutico Air France-KLM, en el que Holanda posee ya un 14% del capital social, según han reconocido este jueves fuentes del gabinete.
El jefe del Gobierno, Mark Rutte, y los ministros de Finanzas, Wopke Hoekstra; de Infraestructuras, Cora van Nieuwenhuizen, y el de Economía, Eric Wiebes, eran los únicos miembros del Ejecutivo que conocían la preparación de la compra de acciones de Air France-KLM por más de un año y medio, confirmaron al diario holandés AD.
Le Maire: "Es urgente volver a la razón, trabajar juntos y encontrar una vía que permita que este magnífico buque insignia del transporte aéreo vaya mejor"
Esta lucha por igualar la participación que tiene Francia dentro de la Aerolínea está perjudicando seriamente a la firma que se ha desplomado en bolsa en los dos últimos días y ha hecho tambalearse al sector en los mercados.
No obstante, el Ministerio de Finanzas de Países Bajos ha justificado su decisión en que "el interés público holandés sea garantizado óptimamente". Así, se ha convertido en el segundo mayor accionista de la empresa, solo por detrás de Francia. A pesar de las explicación del Gobierno de Países Bajos, este movimiento resulta extraño, sobre todo por producirse entre dos países con relaciones muy estrecha y que pertenecen a la misma unión monetaria, la Eurozona. Países Bajos urdió su plan con máximo secretismo.
Un plan de alto secreto
Hace dos semanas, este selecto grupo de ministros holandeses solicitó la aprobación del gabinete al completo para llevar a cabo esta compra, que anoche alcanzó ya un 14% de las acciones del grupo aeronáutico con un desembolso total de 744 millones de euros, confirmó Hoekstra.

La irrupción por sorpresa del Estado holandés en el capital de la aerolínea creó malestar en el Gobierno francés, todavía accionista de referencia del grupo porque posee un 14,3% de su capital, y también entre los dirigentes de la compañía.
Cabe recordar que Air France y la holandesa KLM eran aerolíneas independientes hasta que acordaron su fusión en 2003 en un mastodóntico plan para crear una de las mayores aerolíneas del mundo. Lo cierto es que dentro del nuevo grupo, Air France contaba con mayor peso dentro del accionariado, lo que también otorgaba al Estado francés una mayor participación. Ahora, el peso de ambos países está prácticamente igualado.
Se prepara una reunión 'caliente'
El ministro Hoekstra viajará mañana viernes a París para intentar explicar la situación a su homólogo francés, Bruno Le Maire, e intentar restablecer la relación con el socio francés.
La reunión se prevé intensa. Hoy mismo, Le Maire, instó este jueves al Ejecutivo holandés a alcanzar una solución para que la tensión generada por su irrupción en el capital de Air France-KLM no perjudique a la aerolínea.
"Es urgente volver a la razón, trabajar juntos y encontrar una vía que permita que este magnífico buque insignia del transporte aéreo vaya mejor en los próximos años. Y lo hará si trabajamos juntos", ha asegurado en la cadena Public Sénat.
El ministro ha calificado ese movimiento de "hostil" porque las autoridades francesas no habían sido advertidas.
"La semana pasada me reuní con mi homólogo holandés. Me expresó las preocupaciones de Holanda sobre Air France-KLM. Le dije que íbamos a actuar y lo hicimos: mantuvimos a Pieter Elbers al frente de KLM. (...) Y la respuesta particularmente hostil es una entrada sorpresa en el capital, ¡sin avisar a nadie!", asegura.
"Lo responsable no es seguir en este enfrentamiento que ha hecho bajar la cotización de Air France-KLM, que fragiliza el grupo, sino solucionarlo cuanto antes mediante la mejor cooperación posible", añadió el ministro francés.