Empresas y finanzas

CaixaBank sortea el efecto de Repsol y BFA y aumenta un 17,8% el beneficio

  • Las acciones ceden un 7,22% en bolsa tras ganar casi 2.000 millones

CaixaBank obtuvo en 2018 un beneficio atribuido de 1.985 millones, con un crecimiento del 17,8 por ciento sobre 2017, que atribuye a "la fortaleza de los ingresos core, la mayor aportación de BPI -de 380 millones, frente a 176 millones del ejercicio anterior- y la reducción de las dotaciones", detalló su consejero delegado, Gonzalo Gortázar.

A pesar del balance global positivo, el mercado acogió los resultados con una oleada de ventas, que llevó al título a cerrar con una caída del 7 por ciento -tras haber llegado al 8 por ciento durante la sesión-, el peor registro desde la votación del Brexit. "No lo entiendo", afirmó Gortázar, que barajó, como posibles motivos del recorte del valor que el mercado ya había descontado los resultados previamente, así como el contexto de incertidumbres con que se abre 2019. "Lo que queremos es que nuestra estrategia se valore en el medio o largo plazo", afirmó.

Lo cierto es que las cuentas del banco correspondientes al último trimestre del año arrojan un balance negativo en todos los márgenes de la cuenta de resultados, así como en beneficios -el resultado neto cayó un 54 por ciento, hasta 217 millones, lo que podría ser interpretado por los accionistas como un cambio de tendencia en su evolución.

A ello se suma el impacto que ha tenido la reclasificación de Banco de Fomento de Angola (BFA), con un recorte en resultados de 139 millones, y el impacto negativo de 453 millones por la venta de la participación en Repsol, que han impedido al banco alcanzar las estimaciones de beneficio del mercado.

CaixaBank augura un año 2019 "complicado" para la banca, por la creciente competencia de actores no financieros- y las incertidumbres geopolíticas -ligadas a la desaceleración económica; las dudas sobre el Brexit; la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las elecciones autonómicas-. Todo ello, genera un entorno en el que se prevé que los tipos de interés se mantengan en torno a cero puntos. "Esperamos que el crecimiento en 2019 sea inferior y, a medida que las incertidumbres se resuelvan, podremos ir a más", afirmó Gual.

Gortázar reconoció que, en función de cómo prospere la situación económica, podría tener que reducir del 12 por ciento al 10 por ciento el objetivo de RoTE (Return on Tangible Equity), previsto en su plan estratégico 2019-2021. Cerró el año 2018 en el 9,3 por ciento.

El banco arranca su nuevo plan estratégico con una cartera de inversión "saneada", tras desprenderse de "activos problemáticos" y "no estratégicos". Entre las operaciones, vendió su negocio inmobiliario a una nueva firma propiedad en un 80 por ciento de Lone Star y en un 20 por ciento de CaixaBank. Con esta operación "y la intensa actividad comercial del año", la cartera de activos para la venta se sitúa en 740 millones (5.138 millones menos).

Dividendo único anual

El consejo de CaixaBank ha aprobado un cambio en su política de dividendos. A partir de 2019, abonará un único dividendo en efectivo, "en línea con los grandes bancos europeos", que se abonará alrededor del mes de abril. El consejo ha fijado en el 60 por ciento el ratio de pay-out máximo a repartir este año. En 2018, el pay-out final sería del 51 por ciento, tras la aprobación de un complementario, de 0,1 euros, que se abonará en efectivo.

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