
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha explicado durante la rueda de prensa de resultados, que para aprovechar las mejores condiciones de mercado posibles, la entidad podría reducir su peso en Repsol de forma más paulatina. Al cierre del año pasado, ya la habían reducido hasta el 3,6%.
El 20 de septiembre cuando la entidad comunicó al mercado su decisión de desprenderse de la participación que controlaba de un 9,4%, también explicó que el resto del capital lo colocaría en bolsa de forma paulatinamente, con el objetivo de cerrar la desinversión en el primer trimestre de este año.
No obstante, Gonzalo Gortázar ha puntualizado hoy que aunque el proceso de desinversión avanza -CaixaBank cerró el año con una participación en la petrolera del 3,6 por ciento frente al 4,66% que consta en la última comunicación de la CNMV, pretender elegir el mejor momento para desinvertir.
En este sentido, para sacar partido a las posibles ventanas de oportunidad, el banco se da de plazo todo el ejercicio, es decir nueve meses más, para desprenderse del capital que todavía controla.
Impacto en cuentas
La venta de su participación en la petrolera es una de las razones que ha lastrado los resultados de 2018, que han quedado por debajo de las estimaciones del mercado, al no conseguir alcanzar los 2.080 millones de beneficio previsto. La venta de desinversión supuso un impacto negativo de 453 millones de euros.