La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha arremetido contra la precontratación de los servicios de Uber y Cabify al asegurar que "supone un obstáculo injustificado para las VTC". Así, y pese a que el Real Decreto 13/2018 habilita a las CCAA a definir qué se entiende por precontratación y cómo debe aplicarse, el organismo recomienda que la regulación autonómica y la local "elimine esta limitación, que se aplica a las VTC y no al taxi".
Una crítica que llega en plena guerra del taxi contra la Comunidad de Madrid por negarse a fijar un periodo de espera entre la contratación del servicio de Uber y Cabify y su prestación efectiva, mientras que la Generalitat de Cataluña está a un paso de aprobar un decreto-ley que impone un periodo de precontratación de 15 minutos.
La crítica a la precontratación se incluye dentro del análisis que la CNMC ha realizado del Real Decreto Ley 13/2018, que, según su criterio, promueve una modificación de la normativa que "afectará negativamente a la competencia y a los usuarios en el ámbito urbano", ya que "propiciará mayores precios del transporte, mayores tiempos de espera y menor disponibilidad de vehículos".
"Propiciará mayores precios del transporte, mayores tiempos de espera y menor disponibilidad de vehículos"
En este sentido, el superregulador pone en duda que el RDL cumpla con los principios de buena regulación económica, con la normativa europea y con la ley de libre competencia, ya que las razones de "interés general" sobre las que se fundamenta no justifican que se impongan restricciones a la actividad de las VTC y no respeta los principios de "proporcionalidad, no discriminación y necesidad".
Así, la CNMC explica que el texto del decreto promovido por el ministro José Luis Ábalos no contiene ningún dato que valore el impacto de las VTC sobre el medio ambiente o la congestión del tráfico y la movilidad, por lo que no se ha acreditado "que las medidas sean necesarias para combatirlos". En esta línea, asegura que las VTC son una buena alternativa para luchar contra la contaminación, porque ayudan a reducir el uso del coche privado. También advierte de que justificar las limitaciones a las VTC con el objetivo de mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda no se sostiene porque la demanda ha crecido más que la oferta.
Así, en vez de restringir a Uber y Cabify, la CNMC recomienda que se liberalice el sector del taxi para que sea más competitivo. Que tenga una mayor libertad de horarios, de fijación de precios y que se saquen al mercado más licencias.
"Es recomendable evitar distinciones en el uso del dominio viario, circulación y estacionamiento entre taxi y VTC, puesto que suponen conceder una ventaja injustificada a una tipología de operadores y no parecen cumplir con los principios de buena regulación", explica el organismo, que a su vez defiende que cualquier restricción se aplique a ambos sectores.
Madrid quiere blindar a Uber y Cabify
Así, mientras la Competencia Catalana sigue las consignas de la CNMC y tratará de impugnar el decreto-ley de la Generalitat, en Madrid el taxi recrudece su huelga. Y es que, lejos de llegar a un acuerdo, el presidente Ángel Garrido apuesta por una regulación que asegure el futuro de Uber y Cabify en la capital. "La regulación tiene que hacerse con respecto a la competencia. Tiene que haber convivencia entre los dos modelos de transporte, taxi y VTC", aseguró.