Empresas y finanzas

Dos gigantes contra el cáncer se unen: Bristol-Myers compra Celgene por 74.000 millones de dólares

  • Es la segunda mayor operación de la historia en el sector farmacéutico
  • Pfizer adquirió los laboratorios Warner-Lambert por 90.000 millones
  • Celgene cuenta con el exitoso fármaco Revlimid que cuesta 100.000 dólares
Bristol-Myers comprará Celgene por 74.000 millones de dólares.

La farmacéutica Bristol-Myers Squibb comprará Celgene Corp por 74.000 millones de dólares. Los accionistas de Celgene recibirán una acción de Bristol-Myers Squibb y 50 dólares en efectivo por cada título o 102,43 dólares por acción. El precio de la oferta tiene una prima del 53%. Se trata de la segunda mayor operación de la historia tras los más de 90.000 millones de dólares que pagó Pfizer por los laboratorios Warner-Lambert en 1999. Abre la puerta para crear un gigante especializado en cáncer, pero también en enfermedades que no están cubiertas actualmente.

La operación servirá a la estadounidense Bristol-Myers incorporar a su línea de medicamentos contra el cáncer el fármaco Revlimid a la línea de Bristol-Myers Squibb. Según el comunicado conjunto de las compañías, tendrá nueve productos con más de 1.000 millones de dólares en ventas anuales. La integración ofrece "un potencial significativo para el crecimiento en las áreas de enfermedades centrales de oncología, inmunología e inflamación y enfermedades cardiovasculares".

Con el mercado de EEUU todavía cerrado, las acciones de Celgene se ha disparado un 32% fuera de hora y los títulos de Bristol-Myers caen un 14%.

Una vez cerrada la operación, los accionistas de Bristol-Myers Squibb controlarán aproximadamente el 69% del capital social de la compañía, mientras que los actuales propietarios de Celgene serán dueños del 31% restante.

La operación supone integrar en una compañía de dos gigantes farmacéuticos especializados en combatir el cáncer

Bristol-Myers Squibb calcula que la integración de Celgene permitirá contabilizar significativas sinergias de costes, que estima en unos 2.500 millones de dólares (2.203 millones de euros) para 2022, señalando que la transacción dará origen a una compañía biofarmacéutica líder centrada en responder a las necesidades de pacientes de cáncer, enfermedades inflamatorias e inmunológicas, así como cardiovasculares.

El importe de la operación de más de 74.000 millones de dólares supera al importe de las dos mayores compra de 2017. La japonesa Takeda compró la irlandesa Shire por 63.000 millones de dólares, lo que supuso la mayor adquisición de una compañía nipona en el exterior, y la aseguradora Cigna pagó 55.000 millones de dólares por Express Scripts. En concreto es la mayor operación del sector farmacéutico desde 1999, cuando Pfizer adquirió los laboratorios Warner-Lambert por 90.000 millones.

La operación supone integrar en una compañía de dos gigantes farmacéuticos especializados en combatir el cáncer. Las dos compañías vienen de superar un año agridulce por su rendimiento en bolsa. Las acciones de Bristol-Myers disminuyeron más del 15% en 2018, mientras que las acciones de Celgene se hundieron más del 41%.

La adquisición de Bristol-Myers llega después de que el fabricante de medicamentos haya sufrido algunos reveses en su mayor línea de negocio, centrada en medicamentos contra el cáncer, con fracasos en la investigación y desarrollo de fármacos.

La compañía ha estado bajo presión para diversificar su cartera. Actualmente obtiene aproximadamente una cuarta parte de sus ventas de Opdivo, un medicamento contra el cáncer con sistema inmune, que tiene una fuerte competencia de Keytruda, el medicamento de inmunoterapia rival de Merck & Co.

Revlimid, el fármaco estrella de Celgene que cuesta 100.000 dólares

Al comprar Celgene, Bristol tendrá el control de uno de los medicamentos contra el cáncer más exitosos de los últimos años, la terapia para el cáncer de sangre más vendida, Revlimid, que cuesta más de 100.000 dólares al año. También obtendrá una prometedora terapia experimental de CAR-T desarrollada por Juno Therapeutics, que Celgene adquirió en un acuerdo de adquisición por 9.000 millones de dólares el año pasado.

A pesar del éxito de Revlimid, las acciones de Celgene se han visto afectadas durante el último año y medio por el miedo de los inversores a que la empresa no tenga capacidad para volver a sacar un producto con igual o mayor retorno. La mayor época de Revlimid para generar ingresos ya ha pasado y en los próximos años se espera una feroz competencia con los medicamentos genéricos.

El sector de EEUU está teniendo unos últimos años de vértigo en compras y adquisiciones por el efecto que está teniendo la reforma fiscal de Donald Trump. "La nueva legislación fiscal está impulsando a las empresas estadounidenses, incluidas las grandes compañías farmacéuticas, a repatriar miles de millones de dólares y parte de ellos se gastan en adquisiciones", aseguraba Michael Jewell, socio de atención médica de Cavendish Corporate Finance.

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