ING se ha sumado a la moda de las sucursales work café con la apertura de una oficina de este estilo en Sabadell. La entidad, que cuenta con una red física pequeña por su apuesta digital desde su desembarco en España, ha decidido emular a otros grupos financieros que están implantando esta tipología de centros de atención a los clientes para atraer, sobre todo, al público más joven. Además, importa este modelo que otras filiales de su matriz holandesa están implantando en los países donde opera.
El Santander cuenta ya con varias sucursales work café y Caixabank, también a través de su división Imagin. Estos locales están orientados a la experiencia de marca al ofrecer servicios alternativos a los financieros, como espacios para que los usuarios puedan trabajar, acudan a charlas y jornadas organizadas por las entidades sobre todo tipo de asuntos, o realicen operaciones a través de los cajeros automáticos, pero no están enfocados a la venta. En el caso de ING, sus clientes podrán también ser asesorados por el personal de le entidad.
De momento, el banco naranja no tiene intención de abrir más work café, aunque no descarta a medio o largo plazo poner en marcha en otras ciudades si el resultado es muy positivo. Hay que tener en cuenta que ING opera en nuestro país con apenas 29 sucursales. La última que inauguró fue en Córboba, hace más de dos ejercicios. Su plan es mantener una relación comercial prácticamente a distancia (móvil e Internet) con los clientes.
Entretanto, ING explora las oportunidades del mercado para vender su sede central en Madrid, situada en Las Rozas. El objetivo es desprenderse de este inmueble y permanecer en régimen de alquiler. El edificio cuenta con unos 22.000 metros cuadrados. La operación se produce en un momento en que los fondos de inversión están apostando por el ladrillo en España, algo que está sirviendo para que la banca limpie sus balances.