Empresas y finanzas

Las elecciones andaluzas precipitan la integración de Unicaja y Liberbank

  • Ambas excajas de ahorros operan en los grandes feudos del PSOE
El presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, Braulio Medel. Foto: Archivo.

La fusión de Unicaja y Liberbank, de la que el mercado especulaba desde hace tiempo, dio un impulso definitivo tras el sorpresivo resultado de las elecciones autonómicas andaluzas, en las que el PSOE perderá por primera vez el Gobierno de la Junta. Ambas entidades -antiguas cajas de ahorros- están muy vinculadas tradicionalmente a los socialistas, con lo que la operación de integración tiene no sólo un objetivo económico-financiero, sino también político, según han señalado distintas fuentes a este periódico.

Aunque los cambios legislativos introducidos a raíz de la crisis limita el poder de los gobiernos regionales y municipales sobre estas entidades, la influencia todavía existe a través de las Fundaciones, que controlan la gestión de las mismas. Unicaja Banco está controlada por la antigua caja malagueña en casi un 50%, que está presidida por Braulio Medel. Por su parte, la Fundación Cajastur domina el 24% del capital de Liberbank gracias a la concertación con sus homólogas de Caja Extremadura y Caja Cantabria. El banco está dirigido por Manuel Menéndez, expresidente de la caja oventense.

La operación, que llevaba en stand by meses, cogió velocidad en la semana posterior a la celebración de los comicios andaluces y se espera que su aprobación por las juntas de accionistas se materialice en abril del próximo año, un mes antes de las elecciones autonómicas y locales, en las que los barones socialistas temen perder sus sillones por las coaliciones que puedan llevar a cabo PP, Cs y Vox para tomar el poder.

Hay que tener en cuenta que el grupo resultante operaría principalmente en cuatro de los feudos históricos del PSOE -Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha- por los orígenes de las antiguas cajas y por las integraciones posteriores. También tendrá un presencia relevante en Castilla y León por la absorción de EspañaDuero por parte de Unicaja y Cantabria.

Menéndez, Medel y Azuaga

Menéndez, que será previsiblemente próximo consejero delegado de la nueva Unicaja-Liberbank, llegó a la presidencia de Cajastur en 1993, cuando el socialista de Vicente Álvarez Areces llevaba las riendas de la región norteña. Desde entonces ha pilotado la entidad, que ha crecido exponencialmente, sobre todo a raíz de la adjudicación de la antigua CCM, que tuvo que ser intervenida en 2009 bajo el mandato de Juan Pedro Hernández-Moltó.

En 2011 Cajastur comandó la fusión de las cajas asturiana, extremeña y cántabra, de la que surgió Liberbank. En 2012 este grupo recibió ayudas públicas, que ya han sido devueltas, y saneó parte de su balance con el traspaso de activos a la Sareb, un hecho que le ha permitido sobrevivir en solitario hasta la fecha. Entre tanto, ha estudiado en distintas ocasiones una operación corporativa por su baja rentabilidad y por las necesidades de mayores provisiones, pero en todas ha encontrado inversores privados para cubrir las ampliaciones de capital requeridas.

Por su parte, Braulio Medel ostenta la presidencia de la Fundación Unicaja desde 2016, cuando decidió abandonar el banco malagueño ante la imposibilidad legal de compatibilizar el sillón de mando de ambas instituciones. Desde 1991 y hasta entonces había sido presidente de Unicaja. Durante la crisis esta entidad adquirió Caja Jaén, intentó sin éxito hacerse con Cajasur en un largo y complicado proceso, y se hizo se hizo con las antiguas Caja España y Caja Duero, posteriormente. Precisamente la integración completa de estas dos últimas se ha materializado este mismo año.

El sucesor de Medel, en el banco andaluz, es Manuel Azuaga, quien será previsiblemente máximo ejecutivo del grupo resultante de la unión con Liberbank durante los primeros ejercicios. Azuaga es un hombre de la máxima confianza de la exconsejera de la Junta y exministra de Fomento, Magdalena Álvarez. De hecho, fue presidente de Aena entre 2004 y 2008 cuando esta política permaneció en el Gobierno central.

Límites

La nueva legislación de cajas de ahorros y fundaciones bancarias limita, eso sí, el poder de los políticos en las entidades financieras. Los representantes públicos en los patronatos de estas instituciones está topado en un 25% del total. Además, el BCE está imponiendo porcentajes máximos del capital que estas fundaciones pueden ostentar en los bancos, en un 40% del capital, y está forzando la incorporación en los consejos de vocales independientes y externos.

Todos estos cambios se produjeron en el marco del rescate financiero de España, en 2012, a raíz del colapso que sufrieron buena parte de las cajas de ahorros, que de siempre habían estado controladas los partidos políticos y se habían embarcado en relevantes inversiones inmobiliarias. Además, estas instituciones sirvieron para financiar los proyectos faraónicos que los gobernantes hicieron durante la época del boom para contentar a la opinión pública y poder ganar las siguientes elecciones.

Unicaja es una de las pocas entidades de ahorros que escapó de las ayudas públicas, aunque en su toma de control de EspañaDuero con compensaciones del Estado para asumir determinadas pérdidas e indemnizaciones a inversores de bonos. Tampoco percibieron fondos directamente Ibercaja, CaixaBank y Kutxabank.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky