
Mientras que las entidades financieras se mantienen en silencio a la espera de que el Congreso apruebe una versión final de la futura Ley Hipotecaria, el lobby en el que se engloban los bancos españoles, la Asociación Española de Banca (AEB), ejerce de portavoz.
En un comunicado emitido el martes con el título 'Preservar nuestro mercado hipotecario', la asociación valoraba los avances dados por los partidos políticos en la negociación de la futura nueva Ley Hipotecaria, pero con matices. "La nueva norma refuerza la transparencia de la actuación de los bancos y, por tanto, la seguridad de los clientes", señalaba, aunque puntualizando que es "una de las más exigentes para nuestras entidades desde una perspectiva europea, especialmente en cuestiones tan relevantes como el vencimiento y la asignación de gastos", continuaba.
Entre los acuerdos cerrados, figura que la banca asuma, además del AJD, todos los gastos hipotecarios con la excepción de la tasación y, además, reduce los intereses de demora y prolonga, de forma muy significativa, los plazos en los que pueden ser ejecutadas las hipotecas. Así, se habría acordado ampliar de los tres meses de impago a doce meses el plazo para que se pueda impulsar un desahucio. Otras propuestas, como la dación en pago, que habría cambiado de manera significativa el mercado, se han quedado fuera del acuerdo. En su comunicado del martes, la AEB quiso insistir en la importancia de contar con un mercado hipotecario flexible para responder a la demanda de los españoles, que históricamente se han destacado por ser compradores de vivienda.
Asimismo, el lobby destacó que el porcentaje de españoles que ha adquirido su vivienda a través de un crédito se sitúa en el 30% y que esta cifra es superior a la media europea (véase gráfico).
Por ello, insistió en que era clave que la nueva norma ofrezca "certidumbre sobre la regulación hipotecaria, que elimine las diferentes interpretaciones judiciales que existen en la actualidad y que dejan la sensación de que cumplir la normativa existente puede ser siempre cuestionado a nivel judicial", apunta. "La imprescindible certidumbre jurídica debe combatir la cultura del litigio", concluye la AEB.