El consejero delegado de Dia, Antonio Coto, dejó este martes la puerta abierta a una futura ampliación de capital para hacer frente a los pagos de su deuda, con un apalancamiento financiero neto de 1.422 millones de euros, lo que equivale ya a 3,1 veces el ebitda. Al ser preguntado por ello, Coto reconoció así por primera vez que "en caso de que fuera necesario cambiar la estructura de capital se realizará una comunicación oficial al mercado".
Distintas fuentes confirmaron a elEconomista hace ya varias semanas que Dia podría verse abocada a realizar la ampliación, por un importe estimado, según estas mismas fuentes, que oscilaría entre los 200 millones y los 300 millones de euros, cuando su capitalización en bolsa es de 450 millones y no se sabe el dinero actual que tiene en caja, al no haber proporcionado el martes ese dato.
La cadena de supermercados sí que admitió, sin embargo, que ya está renegociando con los bancos las condiciones de sus préstamos y que "ya se ha comenzado a mirar todas las opciones de refinanciación" posible. El mayor riesgo que ven los analistas es el incumplimiento de los covenants (compromisos financieros) que tiene firmado con varios bancos, con préstamos sindicados por un importe de 525 millones de euros. Eso, al margen de 900 millones en bonos emitidos; y hasta 422 millones en 2019 después de que las agencias de la calificación rebajaran su nota a bono basura.
Dia puso el martes sobre la mesa, por otro lado, sus cuentas correspondientes al tercer trimestre del año, pero obvió, entre otros, dar el dato del resultado neto a cierre del tercer trimestre -con lo que podría haber incurrido, incluso, en pérdidas- ya que está buscando algún otro agujero contable, como el reconocido ya hace unas semanas, que afectó a las cuentas de 2017.
Dia explica, en concreto, que el dato de ganancias falta a la espera del resultado que arroje el "test de deterioro de los activos" que está realizando. Desde la CNMV aseguran que las compañías no tienen la obligación de dar a conocer estos datos en sus informes trimestrales, aunque sí es la primera vez que Dia opta por hacerlo. Lo que sí reconoció también la compañía fue la caída del 33,1% del ebitda (beneficio operativo) a cierre de septiembre, cuando se situó en los 212,7 millones de euros, una vez incluido el ajuste contable de la nueva condición de Argentina como economía hiperinflacionaria.
Durante la conferencia con analistas, Coto insistió, además, en que la firma situará su ebitda en la horquilla -que ya diera hace quince días- entre 350 millones y 400 millones de euros, a sabiendas de que quedan ajustes por hacer.
La caída en márgenes de ebitda sobre ventas hizo que se situaran en los mínimos históricos de la compañía desde que cotiza en bolsa -en 2011-, con un margen en Iberia del 6,3%; un 2,2% en emergentes; y que retrocediera a nivel de grupo hasta el 5,1%.
"Letterone no está al mando de la compañía, lo estoy yo"
Antonio Coto respondió con contundencia a la pregunta de un analista sobre la relación que mantenía con el accionista mayoritario, Mikhail Fridman. "Ellos no están al mando de la compañía. Lo estoy yo", afirmó. Consciente de la rumorología que existe en el mercado, Coto aseguró que era consciente "del desafío que tienen en el grupo" y de la "urgencia" que ello requiere. "Tenemos la determinación de cambiar todo lo que sea necesario para satisfacer a nuestros consumidores", respondió el consejero delegado.
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