Empresas y finanzas

La cámara del smartphone deslumbra a los fabricantes

Los Galaxy A7 y el Galaxy A9 de Samsung.

"La cámara es el elemento más utilizado en cualquier smartphone". La frase de Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung España, podría justificar el interés desmedido de los fabricantes de móviles por apostar por ópticas cada vez más sofisticadas y avanzadas.

 En un negocio en el que casi todo parece inventado, el sector coincide en concentrar la mayor parte de su innovación en la fotografía, como si este elemento fuera el principal factor de decisión de compra de los usuarios. Más píxeles, con objetivos más luminosos, con teleobjetivos, macros y gran angulares cada vez más precisos y con luminosidades propias de fotografía profesional.

El HDR (alto rango dinámico) ya es mandamiento obligado en la gama alta, tecnología que permite captar fotografías con la iluminación adecuada en todas las partes de la fotografía, incluso en condiciones extremas de claroscuros y contraluz. El efecto bokeh, que desenfoca el fondo a cualquier retrato, gana terreno en la gama media, así como la incorporación de emoticonos y todo tipo de animaciones en los selfies.

Dicho lo anterior convendría preguntar al mercado si realmente este asunto es más valioso que la duración de la batería o la capacidad de almacenamiento del dispositivo, por ejemplo. Damos por hecho que los teléfonos sirven básicamente para hacer buenas fotos y, después, para todo lo demás.

Precisamente en esta semana han coincidido Samsung y Google para reivindicar la dictadura de la imagen. La próxima seguirá sus pasos Huawei, con más y mejor de lo mismo.

De esa forma, el gigante surcoreano alardea de recursos con cuatro cámaras traseras de su nuevo Galaxy A9, mientras que el estadounidense adereza de inteligencia artificial su Pixel 3, capaz de reconocer la expresión facial más favorecedora del modelo para captar la instantánea en ese preciso instante. Salvo en casos extremos, ya no habrá forma de salir mal en las fotos.

Por su parte, Huawei lanzará el próximo martes su Mate 20, cargado con nuevos de argumentos fotográficos, aún por conocer, entre los que no faltará la óptica de Leica. A su vez, hace apenas un mes, Apple puso a la venta en España el iPhone Xs, donde apuesta por una doble cámara trasera con estabilizadores ópticos y sensores de 12 megapíxeles generosamente luminosos (f/18 y un teleobjetivo con f/2.4, respectivamente).

Samsung equipa por primera vez cuatro cámaras traseras en un smartphone

Por si fuera poco lo anterior, el triple salto mortal se ha quedado pequeño para Samsung, fabricante que ahora se atreve con el cuádruple. De esta forma, la compañía surcoreana aplica una nueva vuelta de tuerca con el modelo A9, de 6,3 pulgadas, ahora equipado con cuatro cámaras, una propuesta insólita en el sector.

Según ha explicado el líder del mercado en su presentación global, celebrada ayer de forma simultánea en Milán (Italia) y Kuala Lumpur (Malasia), el nuevo equipo dispone del siguiente armamento óptico: una cámara principal de 24 megapíxeles, con autofocus y apertura focal de f/1,7, al que se suma un teleobjetivo con zoom óptico de dos aumentos de 24 megapíxeles (f/2,4), así como un gran angular de 120 grados de 8 megapíxeles, con una luminosidad de f/2,4 y una cuarta cámara macro de 5 megapíxeles, de f/2,2. Por su parte, la óptica frontal alcanza los 24 megapíxeles (f/2,0). ¿Quién da más?

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