La banca acreedora de Eroski ha marcado al grupo de distribución una hoja de ruta para refinanciar los 1.650 millones que quedan pendientes del crédito sindicado firmado en 2015 y que vencen en julio del año que viene. Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell, asesorados por KPMG y PJT Partners, han exigido a la compañía que lleve a cabo desinversiones por un importe de 600 millones de euros para poder afrontar así el pago de, al menos, cerca del 40% de los compromisos financieros pendientes.
Aunque los bancos no han concretado en ningún caso qué activos habría que vender si que dan por hecho que entre ellos estaría Caprabo. El problema de fondo, sin embargo, es que hay discrepancias en cuanto a la valoración de la cadena catalana. Eroski entró en Caprabo en 2007 con la compra del 75% del capital por 1.125 millones de euros, lo que suponía valorar el 100%, que se alcanzó cinco años después, en 1.500 millones. Esa y otras adquisiciones elevaron la deuda de la empresa hasta 3.800 millones de euros, sometiéndola durante años a una asfixia financiera, que le impedía además hacer nuevas inversiones.

Hoy, aunque la red es menor que entonces porque se han vendido ya muchas tiendas, Eroski valora su filial catalana en 600 millones, pero los bancos consideran que no vale más de 300 millones de euros. Fuentes próximas a los acreedores apuntan en este sentido que "aunque en ningún momento se ha dicho que activos hay que vender, parece evidente que uno de ellos tendrá que ser Caprabo, aunque eso ya no sea suficiente y haya que acometer más desinversiones".
En el marco de la negociación, Eroski planteó una quita a la banca, precisamente, por esos 600 millones de euros, pero las entidades se negaron en redondo, aceptando como mucho condonar 100 millones de deuda. Aunque Eroski declina hacer ningún comentario ahora sobre la marcha de las negociaciones, sí que ha mantenido en todo momento su negativa a hacer nuevas desinversiones.
La empresa lleva desde 2014 vendiendo activos, algo que intensificó en 2016
Y es que la empresa, que ha cumplido hasta ahora con todos sus compromisos, ha llevado a cabo ya en los últimos años un severo plan de ajuste. En febrero de 2016, el grupo vendió así 36 hipermercados y 22 gasolineras a Carrefour, por algo más de 200 millones de euros y en julio del año pasado traspasó también su red de Perfumerías If, con un total de 103 tiendas, al grupo Douglas.
Poco antes, además, de la última refinanciación de la deuda, en noviembre de 2014, la compañía que preside Agustín Markaide llegó también a un acuerdo con Dia para la venta de 160 tiendas por un importe de 146 millones.
En esta ocasión parece, sin embargo, que la única opción posible que le queda a Eroski es la de vender parte de la red si quiere no incumplir los pagos.