Pekín, 26 oct (EFECOM).- China necesita un sistema tarifario de precios fijos para la energía eólica si quiere atraer capital extranjero que le ayude a conseguir los ambiciosos objetivos que ha establecido para 2020, según un estudio presentado hoy realizado por Greenpeace y la industria china.
Según el sistema actual, las concesiones para operar parques eólicos y gestionar esta energía se otorgan mediante un sistema de subastas, en el que la compañía que ofrece un precio energético más favorable (más bajo) consigue hacerse con el proyecto, explica el documento.
Sin embargo, según critican los inversores extranjeros, las empresas nacionales, generalmente estatales, practican competencia desleal en estas subastas al ofrecer precios excesivamente bajos a los que las firmas foráneas no pueden hacer frente.
"Con la política de precios de China se está ralentizando la creación de parques eólicos en el país", aseguró Eva Liao, de la empresa española Acciona, ya que "para crear un mercado, tiene que ser más favorable para la competencia", añadió.
El problema radica en lo que pretendía ser una solución, según explicó a Efe Steve Sawyer, asesor de clima y energía de Greenpeace: "La ley obliga a las empresas energéticas nacionales a obtener parte de su mix energético de fuentes renovables".
Estas empresas, subvencionadas por el Estado, obtienen su margen de otras fuentes como el carbón o el petróleo, por lo que no tienen inconveniente en perder dinero con la energía eólica, explicó el asesor.
"China considera que el sistema de subastas protege a sus industrias de los competidores locales, pero está probando ser un error", añadió.
La industria, sin embargo, parece estar de acuerdo con que un aumento de las tarifas beneficiaría tanto a las empresas extranjeras como a las nacionales, además de al medio ambiente, reconoció Li Junfeng, secretario general de la Asociación China de Industrias de Energías Renovables, coautora del informe.
La Ley China de Energías Renovables que entró en vigor a principios de este año ofrece un marco regulador para las renovables en el país pero, mientras que establece un precio fijo para el resto de energías limpias, mantiene el sistema de subastas para la eólica durante un tiempo indeterminado.
Esta indeterminación, así como la inexistencia de una seguridad jurídica, frena la inversión extranjera, entre ella la española, que a pesar de estar ansiosa por entrar en el mercado con mayor potencial de crecimiento del mundo, no quiere arriesgar.
"En la política china siempre hay muchas incertidumbres, y las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana", explicó Yang Ailun, encargada de la campaña de clima y energía de Greenpeace en China, "pero cambiar esta política realmente está en el interés de todos".
Pese a los desacuerdos sobre la ley de renovables, la ong está satisfecha con la actuación del gobierno chino ya que "es ambicioso en sus objetivos, aunque muchas veces no se traduce en medidas concretas", añadió Yang.
China, que en el año 2005 fue la sexta potencia del mundo en cuanto a megavatios de potencia eólica instalada, con 498, ha establecido un objetivo de 30.000 MW de este tipo de energía para el año 2020, aunque la industria considera que con una buena regulación se podría llegar hasta los 170.000 MW. EFECOM
prs/pa/txr
Relacionados
- Economía/Macro.- La inversión extranjera productiva en España creció un 23,1% en 2005, hasta los 14.432 millones
- Economía/Vivienda.- La inversión extranjera en inmuebles en España desciende un 17,7% hasta julio
- Centro desarrollo empresarial apuesta captar inversión extranjera
- La inversión extranjera en septiembre fue la mayor en 14 meses
- Pizarro: "Sin inversión extranjera España no podría funcionar"