Empresas y finanzas

Arcus Infraestructure, dispuesto a quedarse con Saba por 1.400 millones

  • La entidad pide un precio superior al de la única oferta existente
Foto: Archivo

El negocio de los aparcamientos vuelve a colocarse en el punto de mira de los inversores internacionales. Tal y como ha podido saber elEconomista, el fondo de infraestructuras Arcus ha presentado una oferta formal sobre el gigante español Saba, que valoraría el grupo en una cantidad superior a los 1.400 millones de euros. A diferencia de los anteriores intentos de venta, la situación cambia ahora de forma radical después de que Criteria haya tomado la decisión de sumarse al resto de accionistas y vender su participación del 50,1%.

En la actualidad, el resto del accionariado de Saba se reparte entre KKR, Torreal (el fondo de Juan Abelló) y ProA Capital, que han protagonizado varios intentos de venta que no llegaron a buen término ante la negativa del brazo inversor de La Caixa de abandonar su posición de control. De hecho, la fecha clave hasta el momento era el mes de mayo de este año, cuando los minoritarios podían ejercer un derecho de arrastre sobre Criteria que le obligaría a vender. No obstante, las diferencias accionariales vienen ahora por el precio, ya que la firma presidida por Isidro Fainé quiere lograr una oferta superior por los múltiplos que se han pagado en las últimas operaciones (cercanos a las 12-15 veces/ebitda).

Al hilo de esto, según los últimos datos disponibles correspondientes al ejercicio de 2016, el resultado bruto de explotación del gigante español de los aparcamientos se situó en 94 millones de euros, con un margen del 46%, "que ha evolucionado de forma creciente en los últimos años y que es el más alto de todo el sector a nivel internacional", según el informe anual de la firma. Los ingresos ordinarios, por su parte, se situaron en 204 millones de euros con el 71% correspondiente al negocio español.

Líder en España

Es más, en términos económicos, el grupo es el líder en el negocio en España. En la actualidad, Saba gestiona más de 200.000 plazas de aparcamiento entre España, Portugal, Chile e Italia, donde emplea a más de 1.400 personas. Cabe recordar que a favor de su crecimiento ha jugado un importante papel la adjudicación de importantes contratos con Aena, Adif o Bamsa (los aparcamientos de Barcelona), permitiendo a la compañía contar con plazas en los principales aeropuertos y estaciones de tren españolas. La compra en 2015 de la portuguesa CPE, además, le permitió duplicar su capacidad.

Con esta operación, los accionistas de Saba darán por fin carpetazo a su inversión, en la que entraron en 2011 cuando fue creada como una spin off de Abertis. Es más, una de las opciones que más se ha barajado en los últimos años -y para la que llegaron a contratar asesor- ha sido una colocación en bolsa, que hubiera permitido salir a los minoritarios. Finalmente, esta opción no se llegó a materializar porque el grupo quería ganar más peso antes de dar el salto al parqué. De hecho, el no conseguir hacerse con Empark -su mayor rival- fue lo que hizo que los accionistas dejaran atrás la idea de salir a bolsa y volvieran a plantearse la opción de la venta.

Respecto a Arcus, el fondo de infraestructuras europeo es una de las firmas más reconocidas del sector, con 17.000 millones de euros en activos en el Viejo Continente. En concreto, el fondo está especializado en activos de infraestructuras, energía y telecomunicaciones. En la actualidad, es dueño de la concesionaria de autopistas portuguesa Brisa, de la red ferroviaria europea de Alpha Trains, de la red de puertos Euroports y de la teleco TDF, entre otros. De materializarse la venta, Saba se convertiría en su primer activo en España -Arcus cuenta con oficinas en Lisboa, Londres, Luxemburgo y Milán-.

El 'boom' del sector

La atomización que existía en el negocio de los aparcamientos hace unos años junto a las perspectivas de crecimiento de la población en las grandes ciudades y la alta rentabilidad de estos activos ha hecho de este sector uno de los más activos en operaciones corporativas en la actualidad. La última operación fue la cerrada este verano por parte de los australianos de Macquarie, que se hicieron con Empark compitiendo con la propia Saba y sus compatriotas de First State, tal y como adelantó este diario. Meses antes, KKR -el tercer accionista de Saba- compró la holandesa Q-Park por 2.000 millones de euros, en un proceso asesorado por Alantra (antigua N+1).

Un año antes, el fondo sueco EQT y Mutua Madrileña abrieron la veda de las compraventas en el sector con el traspaso de Parkia a First State por 350 millones. En esta ocasión, los australianos llegaron a desembolsar un múltiplo de 15 veces el ebitda de la compañía de aparcamientos.

Otro de los grupos que ha salido varias veces al mercado en busca de comprador ha sido Índigo (la antigua Vinci Aparcamientos), en manos de los franceses de Ardian y Crédit Agricole desde el año 2014. El último intento fue el pasado año -después de que las negociaciones bilaterales con Empark no llegaran a buen puerto-, cuando los accionistas mayoritarios de Índigo dieron el mandato de venta a Rotschild y a Morgan Stanley, pidiendo una cantidad cercana a los 3.000 millones por este activo.

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