El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital prepara una nueva congelación de los peajes de electricidad y gas para el ejercicio 2018. La decisión del departamento que dirige Álvaro Nadal supondrá que por cuarto año consecutivo la parte regulada del recibo, es decir, la única que depende del Gobierno, se mantenga constante para ambas energías. El butano subirá hasta los 14,45 euros, un 2,1%, por el auge del crudo.
Los peajes de la luz, de hecho, incluso se han reducido un 2,8% para la electricidad en estos años gracias a la reforma energética que aprobó el Gobierno y que supuso importantes recortes para las renovables.
Según el informe anual que realiza la patronal Appa, la retribución de las energías renovables pasó en 2013 de los 6.764 millones a 5.360 millones en 2016, un 21% menos. Para la distribución, la retribución se incrementó en un 1% desde los 5.098 millones hasta los 5.174 millones y para el transporte subió un 7% desde los 1.604 millones hasta los 1.710 millones.
Con esta medida, será la primera vez que se acumulan cuatro años consecutivos de congelación o bajada de peajes, gracias al equilibrio financiero entre ingresos y costes y a la decisión de eliminar definitivamente el déficit de tarifa por parte del Gobierno.
La otra parte de la factura, correspondiente al coste de la energía y que no depende del Ejecutivo, varía en función del precio de las materias primas (gas, carbón y petróleo) pero también de la climatología, ya que generalmente a un mayor producción de energías renovables se produce una rebaja del coste y a la inversa, cuando menos viento o agua hay disponible se incrementan los precios. Este factor es por tanto el que resulta más importante para los próximos meses, ya que la medida del Gobierno únicamente servirá para paliar el previsible aumento del recibo que se producirá este invierno, tal y como indican los mercados de futuros de la electricidad.
El Gobierno es consciente de que el precio de la energía es un factor clave para la competitividad y la creación de empleo y, en este sentido, la congelación de la parte regulada del recibo consideran que contribuirá a amortiguar el impacto de las recientes subidas de las materias primas. De hecho, el precio del gasóleo A está en su nivel máximo anual y el de la gasolina se acerca. En ambos casos además se esperan nuevas subidas estas semanas.
Si echamos un vistazo a la evolución de los precios de la electricidad, en el conjunto del año 2016, comparado con 2015, la factura de un consumidor medio descendió un 11% en el caso de la electricidad y un 9% en el caso del gas natural. Mientras que para 2017, el recibo de la luz se habría incrementado apenas un 5%, según las cuentas que maneja el ministerio. Si además se compara con los precios de 2015, la electricidad de 2017 estaría un 3% por debajo de aquel año. El gas licuado por canalización subirá un 1,2% a partir de mañana en su parte variable.
El Ministerio está preparando estos día la orden ministerial que regulará esta decisión, así como el reparto previsto y apenas se esperan cambios en los mismos, más allá de los incrementos de facturación que supone el alza del consumo.
En lo que va de año, esta variable ha evolucionado notablemente al alza. El consumo eléctrico registrado en la Liquidación 9/2017 (165.956 GWh) ha sido un 2,2% superior al valor promedio observado en años anteriores. Los ingresos por peajes de acceso y cargos de consumidores (9.557 millones de euros) han resultado, por lo tanto, un 1% superiores (93,8 millones de euros) al valor promedio histórico.
En la Liquidación, el desajuste registrado (-1.645 millones de euros) es inferior en 390,2 millones de euros al esperado para esta liquidación, debido a la evolución favorable de los ingresos por peajes de acceso y cargos (94,2 millones) y de la retribución adicional y específica de los Sistemas no peninsulares (-341,7 millones), lo que hace esperar un importante superávit eléctrico para este ejercicio.
En lo que respecta al gas natural, la subida de la materia prima que se está produciendo augura también un incremento para enero que también se verá suavizado por esta congelación de la parte regulada. No obstante, a lo largo del año el recibo de gas se ha rebajado en dos ocasiones. Concretamente en octubre bajó de media un 1,3% y en julio un 1,1%, lo que sirvió para suavizar los auimentos de la primera parte del año que subió un 2,1% en abril y un 3,8% en enero.