
El Gobierno británico ha anunciado que elimina el tope máximo del 1% al aumento del sueldo de los funcionarios, impuesto en 2013, tras meses de presión ejercida por la oposición y los sindicatos.
Un portavoz de la primera ministra Theresa May confirmó que esa restricción -aplicada tras dos años de congelación salarial- se levantará de forma generalizada en el ejercicio fiscal 2018-19. En el caso de los policías y los guardas de prisiones la medida de aplicará de manera inmediata.
Los agentes recibirán este año un incremento del 1%, además de una prima puntual de otro 1%. En el caso de los guardas carcelarios percibirán un incremento medio del 1,7%.
Amenaza de huelga
El portavoz indicó que el Ejecutivo, al que los sindicatos habían amenazado con una huelga general, está dispuesto a mostrar en el futuro "flexibilidad" con los salarios de los sectores donde cuesta reclutar a personal, particularmente la sanidad.
Aunque el levantamiento del tope del 1% es un paso significativo para el Gobierno conservador, que rompe así la política de recortes que aplica desde 2010, ha sido considerado insuficiente por los colectivos afectados.
La secretaria general de la confederación sindical TUC, Frances O'Grady, dijo que "esta oferta por debajo de la inflación es patética".
"Los trabajadores del sector público han sufrido siete largos años de recortes salariales en términos reales, y han perdido miles de libras", señaló, el mismo día que se supo que la inflación subió en agosto en el Reino Unido hasta el 2,9%.