
La normalidad reinó en las empresas relacionadas con el turismo en toda España. Incluida Barcelona, tras los atentados del martes. Las patronales y compañías consultadas por este periódico destacaron el mínimo efecto que por ahora ha tenido el ataque terrorista y descartaron que este, de producirse, será poco relevante a medio y largo plazo, aunque algunos de ellos mostraron su prudencia para determinar si en las próximas semanas se visualizará una caída de las ventas y un aumento en las cancelaciones de alojamientos.
El primer día transcurrió sin incidencias y no hubo anulaciones en las reservas. Los empresarios confían en que la situación se mantenga como hasta ahora y el sector cierre según las estimaciones, con una llegada de visitantes extranjeros por encima de los 80 millones a finales de año.
Una gran prueba de fuego para comprobar las constantes vitales del motor de la economía, que aporta un 11 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), es el Congreso Europeo de Cardiología, que se celebrará, precisamente en Barcelona, entre el 26 y el 30 de agosto. Un evento que suele llenar los hoteles de la Ciudad Condal.
Según Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles by Marriott, será "un momento clave para cuantificar el impacto real". A su juicio, el hecho de que el atentado haya sucedido en un periodo vacacional propicia que la gente no altere sus planes. "Quizás en una temporada normal los turistas puedan valorar un cambio de destino, algo más complicado ahora con las reservas hechas y en muchos casos pagadas".
Por tanto, a partir de septiembre es cuando se verá si el ritmo de ventas continúa o, por el contrario, se reduce. Aún así, desde distintas patronales y compañías se remarca en que la incidencia será limitada por el nivel de seguridad de España y por la tipología de turistas que nos visitan, la mayoría europeos, que ya viven bajo la amenaza de los grupos islamistas radicales.
Sin cancelaciones
Desde la Confederación Española de Hostelería y Alojamientos Turísticos (Cehat), se espera que las consecuencias no sean duraderas ni significativas. Se muestran optimistas tras comprobar ayer, a través de un sondeo entre los principales hoteles de Barcelona y Cataluña, que no se había producido ninguna cancelación.
En el sector de las agencias de viajes se manifiestan en el mismo sentido. El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje (Ceav), Rafael Gallego, cree que "el terrible atentado no va a tener consecuencias a largo plazo, ya que nuestros destinos son muy conocidos a nivel internacional por la buena labor de la Policía y la Guardia Civil y por la estabilidad". En este sentido, destaca que los atentados "no tienen las mismas consecuencias para la economía en todas las zonas". En Europa, a su juicio, hay una gran seguridad que se refuerza tras los ataques, no hay proliferación de atentados y hay estabilidad política y social, por lo que "no es comparable a las situaciones en Egipto o Túnez".
Esta asociación, al igual que la Unión Nacional de Agencias de Viaje (Unav), hizo hincapié en que ayer no hubo un recorte importante en las reservas como consecuencia del atentado, aunque es "pronto para ver las consecuencias".
El vicepresidente de Unav, José Luis Méndez, pone el acento en que "los atentados suelen tener un efecto contrario en muchas ocasiones, ya que la gente no quiere cancelar sus viajes o dejar de visitar otros países porque así se les da la razón a los terroristas".
En el sector aéreo la repercusión ha sido, por ahora, mínima. Desde Vueling indican que hubo cambios de vuelos, pero no significativos, mientras que en Ryanair aseguran que la operativa seguía funcionando según lo previsto. Por su parte, fuentes de Aena, el gestor aeroportuario, sostienen que el efecto "será puntual, se notará cierto descenso o ralentización en los próximos dos meses como mucho, pero enseguida se volverá a la normalidad".
Las previsiones sobre llegada de turistas batirán, según las estimaciones realizadas hasta ahora, un nuevo récord. En 2016 la cifra alcanzó los 75 millones. En el primer semestre del presente ejercicio el número de extranjeros que visitaron nuestro país alcanzó 36,6 millones, tras crecer un 10 por ciento. Barcelona y Cataluña constituyen un centro de atracción, por lo que los ataques en la Ciudad Condal hace que se mantenga la prudencia.