Empresas y finanzas

Toshiba presenta resultados con tres meses de retraso: perdió 7.474 millones en 2016

  • La compañía evita in extremis la expulsión de la bolsa de Tokio
El presidente de Toshiba, Satoshi Tsunakawa. Reuters

La emblemática compañía japonesa Toshiba, que no logra dejar atrás sus problemas contables que le tienen al borde de la quiebra y/o el rescate, anunció hoy con tres meses de retraso sus resultados financieros de 2016, un movimiento con el que ha evitado ser inmediatamente expulsada del parqué tokiota. Toshiba incurrió en unas pérdidas netas de 965.660 millones de yenes en el ejercicio 2016 (7.474 millones de euros / 8.777 millones de dólares), en línea con lo que había estimado previamente, que eran unos 8.000 millones.

La corporación tecnológica japonesa publicó estos resultados financieros correspondientes al anterior ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo, después de obtener el visto bueno parcial de sus auditores y de retrasar su presentación en tres ocasiones. El resultado supone duplicar las pérdidas de 2015, cuando todavía trataba de reponerse del escándalo de manipulación por el que sobrestimó sus ingresos por ventas entre 2007 y 2014.

Las graves pérdidas de Toshiba y sus problemas de contabilidad se deben a las dificultades financieras de su rama de energía nuclear en Estados Unidos, filial que se declaró en quiebra en marzo en ese país, y también han hecho que el grupo nipón fuera degradado a la segunda sección de la Bolsa de Tokio la semana pasada.

Los reguladores dieron como plazo hasta hoy para que la compañía presentara sus resultados del ejercicio fiscal de 2016, que finalizó el 31 de marzo, a riesgo de ser expulsada de la plaza nipona, una eventualidad que Toshiba evitó hoy, al menos por el momento.

Westinghouse, el gran error de Toshiba

Toshiba adquirió a Westinghouse en 2006 de British Nuclear Fuels, una operación multimillonaria que falló por el incremento de los costes de la energía nuclear a raíz de las nuevas normativas de seguridad aprobadas en todo el mundo tras la crisis nuclear de Fukushima de 2011 y al abaratamiento del petróleo.

El déficit multimillonario de su rama nuclear ha llevado a la compañía a incurrir también en un patrimonio negativo de 552.900 millones de yenes (4.277 millones de euros/5.023 millones de dólares), según informó en un comunicado la empresa, que tendrá que trabajar duro para volver a ganar la confianza de los inversores.

La compañía ha tenido dificultades para obtener el visto bueno de su nueva auditoría, PwC Aarata, que de hecho sólo le garantizó un aprobado parcial al no estar de acuerdo con el informe anterior. PwC Aarata cree que los ejecutivos de Toshiba deberían haber incluido las pérdidas del sector nuclear en los resultados de 2015, cuando ya deberían haber sido conscientes de ellas, y ha pedido a la compañía que revise sus ganancias anteriores.

"Toshiba ha llevado a cabo numerosas investigaciones con expertos independientes sobre el momento del reconocimiento de las pérdidas", dijo hoy Toshiba en otro comunicado en el que aseguró que "no se ha encontrado ninguna evidencia" que indique que debería haber sido inscritas antes del trimestre de octubre-diciembre de 2016.

Pese a las cuantiosas pérdidas netas, el conglomerado nipón obtuvo en el ejercicio de 2016 un beneficio operativo de 270.788 millones de yenes (2.095 millones de euros/2.460 millones de dólares), tras las pérdidas operativas de casi el doble de 2015.

Rentabilidad de sus memorias

Su facturación se redujo, por su parte, un 5,5% hasta los 4,87 billones de yenes (37.693 millones de euros/44.254 millones de dólares), sobre todo ante la desconsolidación de Westinghouse de la matriz y pese a las "elevadas ventas" de su segmento de Memorias y discos de almacenamiento, que aumentaron un 8%.

La rentabilidad de este sector fue lo que llevó a Toshiba a escindir y poner en venta su rama de chips, la segunda de mayor cuota de mercado mundial tras la surcoreana Samsung Electronics, en un intento por inyectar capital y salvar su situación; la compañía está encontrando, no obstante, problemas para vender Toshiba Memory.

En este sentido, el presidente de Toshiba, Satoshi Tsunakawa, dijo hoy en rueda de prensa que "la venta no es fácil, teniendo cuenta que tenemos una investigación de monopolio", aunque aseguró que la compañía hará lo posible para cerrar la operación antes de finales de marzo de 2018, según recogió el diario Nikkei.

Para el ejercicio de 2017, Toshiba prevé volver a la rentabilidad y embolsarse un beneficio neto de 230.000 millones de yenes (1.779 millones de euros/2.089 millones de dólares). Su beneficio operativo ascendería a 400.000 millones de yenes (3.095 millones de euros/3.634 millones de dólares), un 77,4% interanual más, mientras que sus ventas crecerían un 2% hasta 4,97 billones de yenes (38.463 millones de euros/45.157 millones de dólares).

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