
La manera de vestir de los trabajadores de una compañía es muy importante porque lanza mensajes directos que tienen que ver con la identidad de la empresa (quiénes somos), sus competencias (en qué somos buenos), su experiencia (qué significa trabajar con nosotros) y algunos rasgos de la cultura organizacional (cómo somos, nuestra misión y valores). Por eso, como destaca Alfonso Martínez, responsable de Recursos Humanos de Adecco, elegir la vestimenta que vamos a llevar durante el día es algo importantísimo.
Sin embargo la formalidad en el vestir se puede convertir en un problema cuando llega el verano con sus altas temperaturas. ¿Qué hacer entonces? ¿Se puede ir de corto al trabajo? Pues todo depende de los códigos de vestimenta de cada empresa, aunque en la mayoría no se permite a los trabajadores acudir a su puesto de trabajo en pantalones cortos, siendo las mujeres una excepción ya que en ciertos casos sí pueden ir a trabajar con falda, por ejemplo.
¿Se puede ir de corto al trabajo?
"No es habitual ni está socialmente aceptado el uso de pantalón corto en hombres para ir al trabajo si este se desarrolla en una oficina", afirma Martínez que sin embargo reconoce que sí existen otros casos particulares, como por ejemplo, "compañías de mensajería en las cuales el pantalón corto es la indumentaria habitual en verano".
Pero... ¿por qué se discrimina a los hombres a la hora de ir de corto al trabajo? ¿Si ellas pueden, por qué ellos no? En opinión de este experto "se trata de una situación más relacionada con las costumbres y los usos culturales, un vestido o una falda en una mujer es una vestimenta socialmente aceptada en el ámbito no solamente profesional, sino también personal, por lo que aquí entran en juego también las modas de cada época, mucho más estancas y con pocos cambios respecto a la vestimenta formal que a la informal o cotidiana, que ha sufrido muchos más cambios y diferentes estilos en los últimos años".
Ropa cómoda y que transpire
Siempre manteniendo ese modelo de vestimenta adaptado a cada organización o cada puesto, Martínez afirma que lo más recomendable para estas temperaturas es una ropa cómoda, con pocas capas y que permita una transpiración correcta. En el caso de los trajes, camisas o blusas, optar por tejidos más veraniegos que nos harán la vida más fácil.
¿Y el calzado qué? En el caso de los hombres los códigos de vestimenta recomiendan zapato cerrado casi siempre. Sin embargo, en el caso de las mujeres, en el código casual sí que estarían permitidas las sandalias (no así las chanclas de playa). No tanto en los Business Formal o Business Casual, donde lo recomendado es el uso de zapato cerrado también.
Con los calores del verano tienen menos problema los empleados que van en coche de casa al trabajo y del trabajo a casa, con el correspondiente aire acondicionado dando un respiro. Sin embargo, ¿qué pueden hacer los que dependen del transporte público y peor aún los que tienen que recorrer un trecho andando para ir a su puesto de trabajo?
En caso de tener un lugar para cambiarse en la compañía ir vestido de un modo y cambiarse para comenzar la jornada laboral sería una buena opción, aunque casi ningún trabajo tiene un vestuario apto para ello. Por eso, para los hombres en concreto que son los que más limitaciones tienen, Martínez recomienda marcar la diferencia con la corbata ya que es un elemento que se puede quitar y poner con bastante facilidad.
¿Qué se debe y qué no se debe llevar?
La manera en la que nos presentamos con los clientes o en nuestra oficina o puesto de trabajo, habla de nuestra identidad, por lo que cuidar esta parte tan visible es un aspecto prioritario para mantener una imagen profesional adecuada, pero esto puede variar mucho según el rol que desempeñemos. Los códigos de vestimenta pueden moverse desde el traje y corbata a las camisas y/o polos con pantalones chinos, por ejemplo, para hombres o del traje de chaqueta a los vestidos y/o blusas con pantalón o falda para mujeres.
Pero lo que debe quedar claro es que la vestimenta no lo es todo, nuestro aspecto e higiene es realmente lo más importante, de nada sirve llevar un traje impecable si se descuidan el resto de detalles, como el aseo personal, el cuidado del cabello, manos y uñas, así como cualquier otro indicador similar.