
Ferroglobe ha ratificado a Javier López Madrid como presidente, después de la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado 23 de febrero en la que le condenó junto con otros 64 directivos y exconsejeros de Bankia y Caja Madrid por delito continuado de apropiación indebida como consecuencia del uso de las denominadas tarjetas black entre 2003 y 2012.
López Madrid gastó con estas tarjetas corporativas 34.807,81 euros cuando era consejero de Bankia y Caja Madrid, importe que devolvió nada más saltar a la luz pública el caso. El presidente de Ferroglobe, nombrado al inicio del presente ejercicio, ha comunicado a la compañía que ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Supremo contra la citada sentencia de la Audiencia Nacional, por la que se le condena a seis meses de prisión, y que "seguirá defendiéndose vigorosamente en este asunto", según señala la empresa británica en un comunicado a la Securities and Exchange Commssion (SEC), el regulador estadounidense, para presentar los resultados de 2016.
En la nota, Ferroglobe, cotizada en el Nasdaq norteamericano, señala que el consejo de administración "ha revisado la evolución de este proceso legal" y ha acordado que López Madrid siga como consejero de la compañía, al tiempo que continúa apoyándole para que ejerza las funciones de presidente ejecutivo.
Surgida a finales de 2015 de la fusión entre FerroAtlantica y Globe Specialty Metals, Ferroglobe es uno de los mayores productores de silicio metal del mundo. Su mayor accionista es el Grupo Villar Mir, que ostenta una mayoría en el capital. López Madrid es yerno de Juan Miguel Villar Mir, fundador del holding. Además de sus cargos en Ferroglobe, también ocupa un asiento en el consejo de administración de OHL. La constructora igualmente ha ratificado a López Madrid como consejero, después de que éste pusiera su cargo a disposición del consejo.
En el último ejercicio, Ferroglobe incrementó sus pérdidas a 136,5 millones de dólares, frente a los 96,5 millones de 2015, como consecuencia fundamentalmente de la caída de los precios.
La compañía, que está dirigida por el consejero delegado Pedro Larrea, rebajó su cifra de negocios un 22,5%, hasta los 1.580,5 millones de dólares. El resultado bruto de explotación (ebtida) se situó en 51,9 millones de dólares negativos, afectado por las provisiones (79,9 millones de dólares) y las compensaciones a directivos (24,4 millones de dólares) como la del expresidente Alan Kestembaum. La empresa prevé una positiva evolución de la demanda y los precios en 2017.